Frases de Enriqueta Aymer

El día 23 noviembre celebraremos el día de nuestra fundadora, Enriqueta Aymer, más conocida entre nosotros como la Buena Madre. Nos gustaría a lo largo de este mes ir ofreciendo algunas pinceladas de sus escritos, una frase cada día. De ella no tenemos grandes textos, de hecho, su amiga y hermana Gabriel de la Barre ss.cc. escribe: “tal vez nadie en este mundo llegará a conocer nunca las riquezas que Dios ha puesto en este alma debido al extremo cuidado que siempre ha puesto y pone en ocultarlas”. Entre cartas y breves anotaciones sobre su experiencia del Buen Dios podemos acercarnos a intuir lo que hay detrás de su mirada profunda e interpelante; quizás con la ausencia de extensos escritos nos sugiera a cada uno hacer nuestro propio camino, escribir nuestra única experiencia con Dios. Feliz noviembre con la Buena Madre.

“Hacen falta personas que hagan su sacrificio de todo corazón o que se puedan disponer a hacerlo”

“Cuando establecisteis la adoración en Moulin y me disteis allí una hora de adoración, sin saberlo, fijasteis mi destino”

“No tengáis miedo, id siempre adelante, no pueden haceros daño; tendréis impresiones, inquietudes, pero de ninguna manera impedimentos reales.”

“Me ha dicho con una gran bondad: te he dado mi corazón y tú no me has dado el tuyo.”

“La humildad es la fiel compañera de la sencillez; estas dos virtudes tienen una relación incalculable: sin sencillez no hay verdadera humildad.”

“Anonadamiento y Abandono de todo el ser entre las manos de Aquel que nos conduce”

“Él desearía que entraseis varias veces al día, aunque no fuese más que un momento, en el fondo de vuestro corazón para adorarle allí; porque Él ha puesto allí su morada y le gusta estar en ella.”

“Sin una gran sencillez, nada de dulces comunicaciones con Dios”

“María es y será siempre nuestra protectora, nuestro apoyo, incluso tendremos siempre parte en los afectos de su corazón”

“Me ha dicho que siempre era Él aunque no se hiciese sentir; que Él sostenía mi alma en su desfallecimiento”

“Pongámoslo todo entre las manos de la Providencia que bien sabe lo que necesitamos”

“Nos mantenemos por un hilo, pero, este hilo está llevado por un cable. Esperemos siempre.”

“No podemos eludir nuestra cruz”

“Con la ayuda de Dios, todo irá bien”

“Los asuntos, las gestiones en la ciudad, mil pequeños inconvenientes que se suceden, parece que no dejan un minuto para respirar”

“Nuestras pobres hermanas han tenido mucha pena de verme partir: habría que tener un corazón de bronce para no enternecerse con estas tristes despedidas”

“No es solo la Santísima Virgen quien quiere esta Orden, parece también que ha llegado a ser una necesidad para el Corazón de Dios, tan grande es su misericordia para con nosotros.”

“Nuestro Señor parece abrirnos su Corazón y decir: venid a mí todos, sois enteramente míos.”

“He hecho voto de estar crucificada en todo, es decir que de corazón, de espíritu, de voluntad, de acción, debo no solamente aceptar todas las cruces, todos los sufrimientos, todas las contrariedades que se presenten sino decir: ¡aún más, Señor!”

“El buen Dios nos ha abierto su corazón, ha dicho: venid, hijos míos, venid, amigos míos, venid a sumiros en mi corazón, venid a llenaros de amor y de dolor.”

“En esto estoy, no puedo definir lo que pasará. Estoy muerta de impresión. Sin embargo espero”

“Al servicio del Sagrado Corazón de Jesús deseo consumirme como este cirio”