El equipo de Pau

El otro día media España estuvimos sufriendo la victoria de España contra Francia. Al día siguiente un solo protagonista: Pau Gasol. Telediarios, periódicos, entrevistas a sus entrenadores… Es cierto, Pau hizo un partidazo: cuarenta puntos y once rebotes es algo incuestionable, pero parece que jugó solo.

No hace falta saber mucho de baloncesto para entender que es un deporte fundamentalmente de equipo, donde el sistema defensivo, los bloqueos, los aclarados para, las ayudas defensivas son la clave. Sin embargo siempre buscamos un protagonista al que elogiar o en otras ocasiones menos gloriosas un único culpable. ¿Es Pau igual de importante que el resto de jugadores? ¿Igual de valioso? ¿Qué pasa con los jugadores que se mataron defendiendo? Estas preguntas valdrían un buen debate deportivo.

pau

Esto no es nuevo, a los discípulos en el Evangelio del Domingo les pasa exactamente lo mismo: discuten por quién es el mejor. Aunque San Pablo se empeñaba con las primeras comunidades de hablar de cuerpo, parece que no terminamos de enterarnos del todo. La vida nos la jugamos en equipo y en ocasiones nuestros partidos se llenan de individualismos, exigencias, protagonismos… Esta época de éxitos deportivos es un buen momento para mirar a nuestro equipo. A los Gasoles los solemos ensalzar, pero quizás al empezar está temporada podemos bajar a nuestros vestuarios y reconocer a aquellos que nos dan las asistencias, que cogen los balones perdidos, que defienden silenciosamente sin parar, que nos facilitan el juego haciéndonos un bloqueo para que podamos tirar.
Aunque nos creamos muy buenos jugadores, no somos más importantes que ninguno. Y sobre todo, aunque nos cueste creerlo, jugar en equipo siempre nos hará mejores¡Qué suerte tener un EQUIPO!