Acompañamos a María

Durante este Adviento nos sentimos también especialmente cerca de María, con ella hacemos este camino de preparación al nacimiento de Jesús. Una María sencilla, de barro, como nosotros…

Mujer de barro, de carne y hueso,
con una historia concreta,
un pasado entre las manos,
y en el corazón: futuro.
Mujer de barro. Mujer de Dios.

¿desconcertada? ¿insegura?
¿dulce?¿frágil? ¿luchadora?
¿humilde? ¿paciente? ¿fuerte?
Y siempre mujer de barro.
Y siempre mujer de Dios.

No olvidas de que estás hecha
ni te hundes en tu “yo”.
Tampoco olvidas jamás
de quién es tu Corazón.
Mujer de barro. Mujer de Dios.

Quien es la Vida te llama
siempre a una vida mayor
y de tu barro se vale
para encarnar el Amor.
Mujer de barro. Mujer de Dios.