Hora del Planeta, Hora de Dios


La Hora del Planeta es una campaña mundial, que comenzó en 2007 en Sidney, impulsada por WWF, como un gesto simbólico de la lucha contra el cambio climático. Y hoy ya suma 188 países y millones de ciudadanos del globo.

El gesto consiste en apagar la luz durante una hora (hoy 30 de marzo, de 20,30h a 21,30h), aunque este año proponen además tres interesantes retos para todos aquellos que queramos sumarnos:
#RetoDíaSinCarne: para ayudarnos a tomar conciencia de que se necesitan 15.500 litros de agua para producir un kilo de carne.
#RetoDíaSinPlástico de un solo uso: pues cada año se vierten 100 millones de toneladas de plástico a la naturaleza.
#RetoDíaSinEmisiones: el transporte urbano es el causante del 30% de todas las emisiones de CO2.

Gestos a modo de despertadores, que no están llamados a quedarse solo ahí, en un simple gesto, sino a generar una mayor conciencia ecológica y movilizar nuestro estilo de vida.

Desde Somos Contigo, con una visión creyente, os proponemos vivir esta hora del planeta como hora de Dios. Y he aquí nuestra sencilla invitación, en cuatro tiempos:

PRIMER MOMENTO: EN LA LUZ DE DIOS
Con las luz apagada, hazte consciente de esa luz silenciosa, amorosa y eternamente presente que es Dios en tu vida.
¡Cuánto confiamos en la electricidad, en los ordenadores, en el móvil…! Y qué poco acudimos a esta otra luz de la presencia de Dios que acompaña todas nuestras realidades y momentos, y de manera particularmente tierna esas situaciones que nos resultan especialmente difíciles. Allí donde no nos parece encontrar salida; allí donde nuestras fuerzas no alcanzan; allí donde cuesta encontrar motivos para seguir esperando… la luz de Su Presencia brilla con más fuerza y nitidez, para sostenernos en nuestra debilidad, cuando más lo necesitamos.
Ayúdate de este primer momento de silencio y oscuridad, para convertirlo en un verdadero acto de fe, sabiéndote en la presencia del Señor, dejándote envolver por la luz de Su Amor.

SEGUNDO MOMENTO: CON ÉL, ACOMPAÑAMOS TANTAS OSCURIDADES
Te proponemos que este segundo momento traigas ante la luz de Dios las oscuridades de nuestro mundo. Para ello, haz memoria, sin prisa, de situaciones de oscuridad, cercanas o lejanas. Y deja que poco a poco lleguen a tu corazón. Para cada una de ellas dáte el tiempo necesario para unirte junto a Dios, acompañando tú también, junto al Corazón de Dios, con tu oración de intercesión.
Si te ayuda, intercala algún canto de esperanza entre las intercesiones, sabiendo que junto a todas estas realidades, el Señor está, acompañando, alentando, sosteniendo.

…la oscuridad de las personas y poblaciones que sufren directamente las consecuencias de los vertidos tóxicos, la contaminación de las aguas, la polución del aire… la oscuridad de la indiferencia y la pasividad… la oscuridad de los que sufren las catástrofes naturales, acentuadas cada vez más por el cambio climático… la oscuridad de un sistema injusto que solo mira por el beneficio económico de unos pocos… la oscuridad de la soledad y de tantas personas que quedan excluidas por la cultura del descarte… la oscuridad de tantos que apuestan y trabajan por un mundo mejor sin llegar los resultados esperados… la oscuridad de la desesperanza, de la falta de fe, del sinsentido

TERCER MOMENTO: AGRADECER TANTO RECIBIDO
Toma conciencia ahora de los vínculos, las relaciones y los bienes, que hay en tu vida, que son importantes para ti, que te posibilitan la Vida… y agradece cada uno de ellos.
Dale gracias a Dios por las personas con las que te relacionas cada día. Sin prisa, detente en cada una de ellas, en lo que compartís, en el regalo de caminar juntos, más allá de que penséis o sintáis igual. El otro siempre es un regalo y una oportunidad. Es misterio. Dios tiene algo que decirnos a través de cada persona.
Da gracias también por los bienes de los que puedes disponer. Las cosas que utilizas cada día de forma cotidiana. Y por un momento, hazte consciente del tiempo, el trabajo, tal vez también dolor y sufrimiento, de las personas que están detrás de cada cosa que ahora está a tu disposición.

CUARTO MOMENTO: COMPRENDER LA VIDA COMO OFRENDA
Finalmente, antes de terminar esta HoradelPlaneta/HoradeDios, disponte a ofrecer tu vida, tu manera de vivir, tu modo de relacionarte con los demás y con las cosas al modo de Dios.
Frente al usar y tirar, Dios permanece, acompaña, transforma de forma creativa y esperanzada.
Frente al aquí y ahora, Dios espera, es paciente, respeta procesos y libertades, no adelanta ni se impone por la fuerza, no arrasa ni arrastra; simplemente ama.
Frente a la búsqueda insaciable de beneficio propio, Dios regala, se regala, se dona a sí mismo. No espera nada a cambio, simplemente se da.

Ofrécele al Señor algún compromiso, aunque sea pequeño, que posibilite que tu vida colabore en la lucha por un mundo más sostenible, más habitable para todos. Que ése sea tu canto de alabanza a Dios, y de bendición a la humanidad.

Termina este tiempo de oración rezando un Padrenuestro en solidaridad con todo el planeta.