Exaltación de la Santa Cruz

cruz¿Acaso tiene sentido que celebremos un día como este?, ¿resulta absurda esta fiesta que exalta el sufrimiento? Pero, realmente ¿qué estamos celebrando? Quizás muchos nos estamos haciendo este tipo de preguntas al encontrarnos con esta celebración. Estas líneas pretenden servir de ayuda para que los días como hoy podamos vivirlos con un poco de sentido actual, podamos bajarlos al corazón y darnos la oportunidad de “vivir de cerca” días de Iglesia tan importantes.

Se cuenta que el emperador Heraclio quiso recibir la Cruz recuperada de los persas con una gran procesión, para la cual se vistió con sus mejores galas. Cuando éste quiso ponerse en camino para procesionar con la Santa Cruz no podía moverse, y el patriarca Zacarías le orientó muy bien diciéndole que no avanzaría al lado de la cruz si seguía vestido como estaba, si pretendía usar la cruz para hablar a otros de “victoria”; siempre hay que ponerse ante ella desnudo y descalzo. No queriendo ser nadie, ni rey, ni emperador…

La cruz para ser exaltada pide de quien la mira el deseo de querer entregarse con la misma radicalidad, con la misma locura, con la que se entregó el Señor. La cruz aunque se procesione, aunque se exponga, no quiere que se la vista, porque tiene su sentido desnuda, sin joyas. Aunque se reciba, no pide tus mejores galas, pide que la recibas “tú”, con lo que eres, con tu autenticidad.

Y ésta es el símbolo que hay que exaltar y recibir: porque mirándola recordamos que existen muchos hombres y mujeres que viven esperando una entrega y un amor como la que se anuncia en esta cruz.
La cruz no pide que seamos sádicos o que nos enamoremos del sufrimiento, pide que levantemos a los crucificados con el amor que cada uno llevamos dentro, con el amor de ese que se subió a este madero, a esa cruz. Un amor que da la mano, que levanta al que está caído, que se compromete de manera incondicional.

Sí, la cruz es un símbolo con doble sentido: recordatorio de que aún hay muchos crucificados y lugar donde aprender a mirar quién es Dios, cómo ama… en definitiva, lugar donde aprender cómo amar.

Celebrar hoy la exaltación de la Cruz nos invita a nosotros a mirar y a acudir a la escuela del amor. Y pide que exaltemos y celebremos el triunfo de esta cruz, porque tenemos mucho amor que entregar y porque el mundo sigue pidiendo que el Amor sea Exaltado, triunfe… para reparar tanto sufrimiento.

Desnudémonos y descalcémonos para caminar al lado de la cruz y los crucificados.