Semana 9 – 17 de septiembre

Jueves 9 de septiembre

Estamos comenzando el curso y queremos que el clima de nuestro cole sea bueno, amigable y agradecido, donde todos nos sintamos cómodos y a gusto: profesores, alumnos y todo el personal que aquí trabaja. Queremos comenzar bien, poniéndonos en manos de Dios para que Él esté presente en nuestro día a día. Contamos con la ayuda de Jesús para orientar nuestras vidas por el camino de la amistad, autenticidad y solidaridad. Hemos de disponernos a aprender nuevas cosas a lo largo del curso, para así crecer y mejorar nuestros conocimientos y actitudes. Por eso vamos a rezar primero este salmo que nos sitúe para iniciar el curso y así todos le tengamos en cuenta y Él pueda contar con nosotros.

SALMO COMPARTIDO A DOS COROS

Oh Dios, tu eres mi Dios, por ti madrugo.
Por ti, que animas mi vida y la despiertas.
Por ti, que abres mi corazón a la luz
y me llamas a estar atento y vigilante.
Por ti, que me quieres todo entero y en armonía.

Tengo sed de ti, de tu amistad y lealtad.
Tengo sed de ti, de tu paz y perdón.
Tengo sed de ti, de tu sinceridad y alegría.
Tengo sed de ti, de tu fortaleza y bondad.

Mi vida tiene necesidad de ti,
como tierra reseca, abrasada, sin agua.
Todo mi ser se abre a tu gracia y amor.
Toda mi vida tiende a ti, esperando tu Vida sin término.

Mi corazón, en mi interior, se alegra
viendo tu fuerza y tu gloria en mí.
Tú me das una razón para existir.
Tu vida da sentido a mi existencia.
Tú, que eres fiel y leal, me ayuda a confiar cada día más.
Tu amistad vale más que todos los triunfos.

Por la noche, al acostarme, me acuerdo de ti.
Sé que tú estás cuidándome,
en la oscuridad de la noche y cuando me despierto,
en medio del silencio, mi corazón descubre que tú vives en él.
Por eso me levanto y quiero vivir dándote gracias.

Viernes 10 de septiembre

Esta mañana rezamos con esta entrevista. Escuchamos con atención.

ENTREVISTA A DIOS

Dos alumnos decidieron entrevistar a Dios y esto le preguntaron:

ALUMNO 1: ¿Qué es lo que más te sorprende de los hombres y mujeres que creaste?

Y DIOS me contestó:

 ‐ Que primero pierden la salud para tener dinero y luego pierden el dinero por recuperar la salud.

‐ Que, por pensar demasiado en el futuro, descuidan el hoy y así ni viven el presente ni el futuro.

‐ Que viven como si no fueran a morirse y se mueren como si no hubieran vivido.

-…

ALUMNO 2: ‐ ¿Me dejas hacerte otra pregunta? Como Padre que eres, ¿qué es lo que le pedirías a tus hijos para este momento?

DIOS:

‐ Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame. Lo que sí pueden es dejarse amar.

‐ Que aprendan que lo más maravilloso no es lo que tienen, sino a quien tienen en sus vidas.

‐ Que aprendan que no es bueno compararse, pues siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.

‐ Que aprendan que “rico” no es el que más tiene, sino el que menos necesita.

‐ Que aprendan que deben controlar sus actitudes o sus actitudes los controlaran a ellos.

‐ Que aprendan que bastan un segundo para producir heridas en las personas que amamos.

‐ Que aprendan que a perdonar se aprenden practicando, perdonando.

-…

ALUMNO 1: ‐ ¿No te parecen muchos aprendizajes…?

DIOS: ‐ No creas, aún me quedan unos cuantos más. Mira, quiero:

‐ Que aprendan que hay gente que los quiere mucho, pero no saben cómo demostrarlo.

‐ Que aprendan que el dinero lo compra todo menos la felicidad.

‐ Que aprendan que tienen derecho a estar molestos, pero eso no les da derecho a molestar.

‐ Que aprendan que amigos de verdad son escasos y tienen que cuidarlos.

‐ Que aprendan que no siempre es suficiente ser perdonado, algunas veces deben perdonarse.

‐ Que aprendan que son dueños de lo que callan y esclavos de lo que dicen.

‐ Que aprendan que la verdadera felicidad no es lograr sus metas sino a ser feliz con lo que tienen.

‐ Que aprendan que la verdadera felicidad es producto de sus decisiones. Ellos deciden ser felices con lo que son y tienen, o morir de envidia y celos por lo que les falta y carecen.

‐ Que aprendan que dos personas puedan ver una misma cosa y ver algo totalmente diferente.

– Que aprendan que están rodeados de gente que los quiere y que les ofrecen cosas positivas y que reciben muchas cosas buenas por las que tienen que dar las gracias.

-…

ALUMNO 2: 

‐ ¡Puff, me parece que en este curso no lo vamos a aprender todo! Habrá que dejar algo para más adelante, ¿no crees?

DIOS: ‐ Claro que sí. Pero necesitaba contaros lo más posible. No todos los días me entrevistan. Los alumnos me tenéis bastante olvidado. No se puede aprender todo a la vez. La vida es larga. Yo solo os hago unas propuestas para ir aprendiéndolas poco a poco…

ALUMNO 1: ‐ ¿Aún te quedan más “aprendizajes” para proponernos…?

DIOS: ‐ Sí, pero lo dejo para el curso siguiente. Además, tenéis toda la vida por delante. Con que este año se cultiven 1 o 2 de estas actitudes, será suficiente. Así que cada uno puede elegir qué quiere aprender.  Yo os propongo especialmente la del AGRADECIMIENTO.

Lunes 13 de septiembre

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Comienza el curso, empieza el tiempo de los trabajos, apuntes y exámenes. Y podemos con facilidad caer en la queja, en la desesperanza, en el resistirnos a “comenzar”. Vamos a rezar hoy con un pequeño cuento, que ojalá nos ayude a coger con fuerza el curso que comienza y recordar por qué y para qué estamos aquí.

“A un discípulo que se lamentaba de sus limitaciones le dijo el maestro: Naturalmente que eres limitado. Pero ¿no has caído en la cuenta de que hoy puedes hacer cosas que hace quince años te habrían sido imposibles? ¿Qué es lo que ha cambiado? -Han cambiado mis talentos.

-No. Has cambiado tú.

-¿Y no es lo mismo?

-No. Tú eres lo que tú piensas que eres. Cuando cambia tu forma de pensar, cambias tú.

REFLEXIONA

Piensa un momento en todo lo que has cambiado desde hace unos años hasta hoy. No solo lo que has aprendido, sino cómo eres, en qué has crecido, qué puedes hacer que antes no podías… Dios te sigue preparando un camino lleno de sorpresas este nuevo curso, lleno de cambios… ¿eres capaz de decir “sí” a lo que está por venir? ¿Qué necesitas dejar atrás para disfrutar de lo que viene?

ORACIÓN

Señor,
Gracias por esta nueva oportunidad de «empezar y seguir» preguntando, buscando, aprendiendo, construyendo.
Este curso quiero pedirte que mi mirada gane en hondura y detalle
Hazme caminar consciente y atento a todos los lugares y personas con los que me iré cruzando en este tiempo.
Quítame el miedo a los cambios y a las preguntas,
para que los acoja serenamente y aprenda a vivir con ellos
hasta el día en que sea posible una decisión, una respuesta.
Que reciba como un regalo tuyo cada una de las cosas
y sepa disfrutarlas, pero también cuidarlas
y compartirlas no sólo con los míos.
Te ofrezco todas las horas de este nuevo curso,
Sal a mi encuentro y sé mi Roca, mi Fuerza, mi Consuelo y mi Apoyo.
Amén

Martes 14 de septiembre

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo

ESCUCHAMOS EL EVANGELIO

Del Evangelio de Lucas:
Al llegar a la entrada del pueblo, se encontró Jesús con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba mucha gente. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: «No llores.» Acercándose al ataúd, lo tocó y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces dijo Jesús: «Joven, yo te lo mando: levántate.»
Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre. Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.»

El evangelio de hoy nos recuerda, que Jesús puede hacer posible lo que para nosotros es imposible. ¿En qué necesitas que Dios te eche una mano y “te levante”? Nos damos un minuto de silencio para que cada uno le pida a Dios aquello que más necesita y no puede conseguir solo.

Terminamos nuestra oración en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Miércoles 15 de septiembre

Como cada día, comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Hoy vamos a rezar con el siguiente vídeo. Escucha con atención la letra de la canción, y qué sucede en las personas que aparecen cuando reciben un mensaje distinto durante un día cualquiera:

PIENSA

¿Qué puedes hacer tú para que el día de hoy sea “distinto”? ¿Qué pequeña acción te pide Dios que hagas para hacer sonreír a otros?

Terminamos nuestra oración rezando juntos un Padrenuestro.

Jueves 16 de septiembre

Comenzamos un nuevo día haciendo silencio y poniéndonos en presencia de Dios en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vamos a rezar esta mañana con la carta de Pablo a Timoteo, que aunque se escribió hace muchísimos años, parece que está dedicada a nosotros hoy:

«Nadie te desprecie por ser joven; sé tú un modelo para los otros, en el hablar y en la conducta, en el amor, la fe y la honradez. Mientras llego, preocúpate de amar, animar y enseñar. No descuides el don que posees, el talento que se te ha concedido. Preocúpate de estas cosas y dedícate a ellas, para que todos vean cómo adelantas. Cuídate tú y cuida la enseñanza; sé constante; si lo haces, te salvarás a ti y a los que te escuchan.»

 

REFLEXIONA

Parece que Timoteo era un muchacho joven, al que escuchaban poco. Pero Pablo le recuerda que ha sido elegido por Dios para hablar a otros, que tiene un don que poner en práctica, algo que ofrecer. ¿Cuál es “tu don”, tu “talento”? ¿Qué te está pidiendo Dios que ofrezcas a los demás? Todos tenemos algo que nos hace únicos, si aún no sabes qué es, este es un buen momento para preguntárselo a Dios.

Terminamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Viernes 17 de septiembre

Hacemos silencio para hacernos conscientes de que estamos en la presencia de Dios en este nuevo día y comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

El evangelio de hoy es muy cortito, y dice así:

«En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio del reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de malos espíritus y enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, intendente de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.»

Lucas nos cuenta que a Jesús le seguían no solo los Doce, sino muchas mujeres.

¿Qué tiene Jesús para que tanta gente quiera seguirle? Quizás este cuento nos de alguna pista:

Durante años fui un neurótico. Era un ser angustiado, deprimido y egoísta. Y todo el mundo insistía en decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo neurótico que yo era. Y yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no acababa de conseguirlo por mucho que lo intentara.

Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que yo estaba. Y también insistía en la necesidad de que yo cambiara. De manera que me sentía impotente y como atrapado. Pero un día me dijo: «No cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa que cambies o dejes de cambiar. Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte». Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: «No cambies. No cambies. No cambies… Te quiero…». Entonces me tranquilicé. Y me sentí vivo. Y, ¡Oh, maravilla!, cambié.

Así nos mira Jesús, eso nos dice: Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte».  Y es por ese “así te quiero”, por el que muchos, quieren seguirle. A su lado, poco a poco, vamos transformándonos en la mejor versión de nosotros mismos. ¿Te atreves?