Semana 27 – 1 de octubre

Lunes 27 de septiembre

Comenzamos este nuevo día agradecidos por el descanso del fin de semana Comenzamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

 

La Iglesia nos propone comenzar esta semana cayendo en la cuenta de que la lógica de Jesús para la vida, es distinta a la nuestra, y que a veces deseamos cosas que no nos hacen mejores. Dejemos que Dios nos diga lo que quiera a través del evangelio de hoy:

“En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.»

¿En qué ocasiones tu “peleas” por ser el más importante?
¿A qué te puede estar invitando Dios con este texto del evangelio?
¿Qué significa para ti “el más pequeño es el más importante?

Terminamos dirigiéndonos a María, madre de Jesús y madre nuestra, y le pedimos que nos ayude a entender la palabra de su Hijo.

Dios te salve, María, 
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres 
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. 
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Martes 28 de septiembre

Comenzamos un nuevo día haciendo silencio y poniéndonos en presencia de Dios en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Dios no se cansa de llamarnos, y proponernos una vida llena de felicidad, de sentido, donde sintamos que estamos siendo la mejor versión de nosotros mismos. Algo de todo esto nos recuerda el evangelio de hoy:

ESCUCHAMOS EL EVANGELIO DE LUCAS

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos le dijo uno: «Te seguiré adonde vayas.» Jesús le respondió: «Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» A otro le dijo: «Sígueme.» Él respondió: «Déjame primero ir a enterrar a mi padre.» Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios.»


¿Aún no sabes qué necesita Dios de ti para construir su Reino? Pregúntaselo mientras escuchamos esta canción:

Lo que todo el mundo ansía,
encontrar la felicidad,
muéstrame, muéstrame, Dios,
para lo que está hecho mi corazón.

Y es que es hacer uso pleno de mi libertad,
es un camino a ciegas que se basa en confiar,
es poner mi calendario en blanco
y dejarte rellenarlo…
Dios, te pido que me ayudes a realizarlo

¿PARA QUIÉN SOY YO?,
¿QUÉ HAGO AQUÍ?
SI SUPIERA LOS DESEOS QUE TIENES PARA MÍ…
DO SOL RE DO RE SOL
¿PARA QUIÉN SOY?, POR MI NOMBRE ME HAS LLAMADO…
DIME, DIOS, CUÁL ES TU CAMINO SOÑADO.

Quiero encontrar mi vocación,
el molde perfecto de mi corazón.
Estar en ti, por ti ser enviado,
quiero caminar contigo de la mano.

Donde mi corazón salte
y el tuyo quiera reír.
Señor, tu solo sabes
lo que de verdad me hace feliz.
Que ser santo es mi deseo,
quiero que arda el mundo entero,
Dios, te pido, quiero ser tu mensajero

Confiar en quien me creó a medida,
quien conoce mis virtudes y mis heridas,
quien sabe cómo llenar este alma confundida,
tu mirada le da sentido a mi vida

Miércoles 29 de septiembre

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. 

REFLEXIONA

El ser humano está llamado a cuidar la creación, la tierra, su hogar. Pero no siempre somos capaces de hacerlo. A veces malgastamos, nos aprovechamos, explotamos los recursos… Hoy, en todo el mundo se celebra el día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos. Vamos a ver este video que nos ayude a entender un poco más qué significa esto:

Y tú, ¿qué puedes hacer para ayudar a que la comida no se tire?
¿Conoces alguna iniciativa con la que puedas colaborar?

Terminamos este rato pidiéndole a Dios que nos ayude a ser un poco más solidarios y ecológicos con nuestro mundo.
PADRENUESTRO

Jueves 30 de junio

Comenzamos nuestra oración haciéndonos conscientes de que Dios está siempre con nosotros. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Seguir a Jesús no siempre es fácil, y Él lo sabe bien. Por eso les da a sus discípulos una serie de recomendaciones sobre qué hacer, cómo vivir. Escúchalas con atención y mira a ver cuál es aquella que Dios te dirige a ti especialmente hoy.

Lectura del evangelio según san Lucas:

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La cosecha es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la cosecha que mande obreros a su cosecha. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: «Está cerca de vosotros el reino de Dios.“

ORACIÓN FINAL 

Mi equipaje será ligero,
para poder avanzar rápido.
Tendré que dejar tras de mí la carga inútil:
las dudas que paralizan
y no me dejan moverme.
Los temores que me impiden
saltar al vacío contigo.
Las cosas que me encadenan y me aseguran.
Tendré que dejar tras de mí
el espejo de mí mismo,
el ‘yo’ como únicas gafas,
mi palabra ruidosa.

Y llevaré
todo aquello que no pesa:
Muchos nombres con su historia,
mil rostros en el recuerdo,
la vida en el horizonte,
proyectos para el camino.
Valor si tú me lo das,
amor que cura y no exige.
Tú como guía y maestro,
y una oración que te haga presente:

«A ti, Señor, levanto mi alma, en ti confío,
no me dejes. Enséñame tu camino,
Mira mi esfuerzo. Perdona mis faltas.
Ilumina mi vida, porque espero en ti».

José María Rodríguez Olaizola, sj

Viernes 1 de octubre

Comenzamos nuestra oración como siempre en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Hoy vamos a rezar con esta historia:

ESCUCHAMOS ATENTAMENTE

Cuenta una antigua alegoría judía, que una vez un hombre muy rico fue a pedirle un consejo a un sabio rabino, pues, aún con sus riquezas, no conseguía el aprecio de la gente de su ciudad. El rabino tomó su mano, lo acercó a la ventana y le dijo: – «Mira».  El rico miró por la ventana a la calle.
El rabino le preguntó: – ¿Qué ves?
El hombre le respondió: – Veo gente
El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un espejo y le dijo: – ¿Qué ves ahora?
El rico le respondió: – Ahora me veo yo
– ¿Entiendes? En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio. Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata.
Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver gente y comienza a verse solo a sí mismo.

REFLEXIONA

¿Vemos o nos vemos?

La plata no sólo es un metal preciado. Tampoco es sólo tener dinero que me hace rico. Soy rico porque Dios, o si prefieres la naturaleza, la sociedad o la suerte, me han dotado de dones: inteligencia, alegría, sensibilidad, fe,…  Pero si no comparto mi riqueza, sea la que sea, mi vida estará vacía, sólo me veré a mí mismo, y nadie soporta tanta soledad.

¿Cuáles son mis riquezas? ¿Hay algo que hoy pueda compartir con otros?

Terminamos rezando juntos el Padrenuestro