Semana 11 – 15 de octubre

Lunes 11 de octubre

Buenos días. Comenzamos haciendo la señal de la cruz: En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén. Señor me presento ante ti con el deseo grande de que me enseñes a orar, a sentir tu presencia, escuchar tu voz, a hacer silencio…

REFLEXIONA EN SILENCIO

¿Te gusta celebrar? ¿Cuál fue la última fiesta a la que fuiste? ¿Qué celebrabas? ¿Con quién lo disfrutaste?

Dios que te conoce y sabe lo que necesitas, quiere invitarte a la fiesta de su Amor porque te ama con todo su corazón. Pero, ¿para qué se hace una fiesta? ¿Para qué quiere Dios invitarme a una fiesta? En una fiesta siempre hay alguien que la organiza, el anfitrión y aquellos para quien se organiza, los invitados.

Además, pensemos, cuando alguien organiza una fiesta, ¿por qué crees que lo hace? ¿Cuál es la razón por la que invita a otros?

La respuesta es sencilla, porque quiere compartir su vida, su alegría, su amor, su cariño con sus invitados, quiere estar con ellos y pasar un momento muy especial.

Celebramos en muchas ocasiones y por diferentes motivos. Nuestro corazón está dispuesto a celebrar pequeños momentos de nuestra vida (quizá por las circunstancias que estamos viviendo en estos dos últimos años lo valoremos de otra manera), no necesariamente tiene que ser algo extraordinario. Es bueno que seamos personas alegres, festivas y que agradezcamos nuestra existencia y todo lo que nos ha sido regalado.

ORACIÓN

Junto a Ti, Jesús, formamos un grupo.
Sentimos el calor del compañero.
Tu amor, tu alegría y tu fuerza, habitan en cada uno de nosotros,
y nos impulsan a formar un grupo unido.
Señor, nosotros queremos amarnos, sin que nadie quede excluido.

Queremos vivir alegres, y no dejaremos que el enfado nos separe.
Que ninguno se sienta marginado, ni haya nadie despreciado entre nosotros.
Al que esté triste o preocupado, trataremos todos de ayudarle.

PORQUE ERES TÚ
QUIEN NOS UNE, JESÚS.

Padrenuestro

Miércoles 13 de octubre

Buenos días. Comenzamos la jornada rezando juntos. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

Todos sabemos que el mes de mayo está dedicado a la Virgen María y así nos acordamos un poco más de ella. Pero hay otros días a lo largo del año en los que la recodamos también, como ayer, que fue el día de la Virgen del Pilar. Es una de las advocaciones, o sea uno de los muchos nombres, bajo los que se conoce a la Virgen María.

La Virgen María es nuestra madre del cielo. Ella nos cuida y nos guía, por eso en este curso diferente, quizá duro, en el que no sabemos lo que va a pasar; en este curso en que nos sentimos irascibles, molestos, a veces, con nuestra familia, amigos o compañeros y en el que estamos olvidando algo importante…hoy miércoles, 13 de octubre vamos a rezarle juntos a Santa María del Buen Humor.

Todos hablamos de la falta de besos, abrazos o estar juntos pero….¿qué pasa con nuestro Buen Humor? Para tener Buen Humor no necesitamos “tocar” a nadie, simplemente… debemos mostrarlo, demostrarlo y compartirlo en nuestro día a día. Nuestro Buen Humor depende, únicamente, de nosotros.

Un buen cristiano no puede estar de mal humor, afrontando todo desde el mal genio y el pesimismo. Vamos a pedirle de corazón a Dios, que tengamos buen humor para amar y perdonar a todos. Que Dios nos dé grandes dosis de buen humor para ser sal, luz y fermento de este mundo. Santa “María del Buen Humor”: ayúdanos a mantenernos alegres y bien humorados. Danos humor, mucho sentido del humor, grandes dosis de buen humor. Amén.

(Inspirado por oración de Monseñor Damián Iguacen)

AVEMARÍA

Jueves 14 de octubre

Buenos días. Nos ponemos en presencia del Padre para comenzar nuestro día.
A veces no sabemos cómo empezar nuestra oración. No tenemos claro cómo ponernos delante del Señor. Cuando nos pase eso, recordad esta oración del Papa Francisco que vamos a hacer hoy.

Una oración con la que nos ponemos delante de Dios para que nos ayude a aceptar y entender que todos somos necesarios, que nadie sobra en nuestra vida y si están en ella… ¡es por algo!

La oración de los 5 dedos, por Jorge Mario Bergoglio (Papa Francisco).

1. El dedo pulgar es el más cercano a ti. Así que empieza orando por quienes están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por nuestros seres queridos es una dulce obligación.

2. El siguiente dedo es el dedo índice. Ora por quienes enseñan, instruyen y curan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y profesores. Ellos necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás. Tenlos siempre presentes en tus oraciones.

3. El siguiente dedo es el más alto. Es llamado dedo medio, corazón o mayor. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente, los congresistas, los empresarios y los gerentes. Estas personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública. Necesitan la guía de Dios.

4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano. Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los matrimonios, en cuyos dedos anulares llevan la alianza de su matrimonio.

5. Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los dedos, que es como debemos vernos ante Dios y ante los demás. Como dice la Biblia, “los últimos serán los primeros”. Tu meñique debe recordarte orar por ti. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos, verás tus necesidades en la perspectiva correcta y podrás orar mejor por las tuyas.

Para terminar, vamos a dejar un momento para pensar en todas las personas tan diferentes que forman parte de mi vida. ¿Podría prescindir de algún dedo de mi mano? ¿Podría prescindir de alguna de esas personas? Pues simplemente, aún en silencio, agradezco a Dios que esas personas formen parte de mi vida y me propongo tenerlas hoy muy presentes.

Viernes 15 de octubre

Buenos días. Comenzamos la jornada rezando juntos. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

ESCUCHAMOS ATENTAMENTE

Hoy, viernes, 15 de octubre, la Iglesia católica homenajea a Santa Teresa de Jesús (1515 – 1582), también conocida como Santa Teresa de Ávila. Fue una mujer apasionada por Dios e inteligente, fundó la orden de las Carmelitas Descalzas. Tuvo que luchar en su tiempo contra habladurías y falsas acusaciones, trabajando siempre por una vida más austera, sin lujos. Fue la primera mujer declarada Doctora de la Iglesia, un puesto que hasta la fecha estaba reservado únicamente para hombres. Un nombramiento que mostró la importancia de su obra.

Escuchad de qué manera tan bonita rezaba: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: solo Dios basta”.

Sintiéndonos “perfectos imperfectos”, como ella fue, pero, dando “gracias” porque tenemos a Dios en nuestras vidas, escuchamos e interiorizamos ese poema, en forma de canción. Dejemos que a lo largo del día retumbe en nuestro interior la frase… ”quien a Dios tiene, nada le falta”.