Nuestros abuelos y nuestras abuelas forman una parte vital de nuestras vidas. Son personas compuestas de amor incondicional, sabiduría, cariño y apoyo. Sin embargo, no siempre les prestamos la atención que se merecen y precisamente.
Una vez, una joven descubrió una carta de su abuelo en la que decía lo que a él le hacía feliz. Este abuelo, entre otras cosas, decía que es feliz con las siguientes cosas:
-Cuando va a Huelva para ver a sus hijos y sus nietos
-Cuando se despierta por las mañanas al lado de su mujer.
-Cuando toca la guitarra y canta por las tardes.
-Cuando conduce su coche y viaja a distintos lugares.
-Cuando sus hijos le llamen por teléfono.
-Cuando se junta con su familia para comer en un bar.
Al leer esa carta, esta joven descubrió el significado de amar incondicionalmente. Aprovechemos cada segundo y cada minuto que tengamos con nuestros seres más queridos y sobre todo, con nuestros mayores.
Terminemos esta oración rezando el Padrenuestro.