16 Ene Semana 16 – 20 de enero
Lunes 16 de enero
Buenos días, comenzamos una semana nueva y hoy lo hacemos reconociendo la vida que se nos regala y tanto bien que recibimos proque sí, porque Dios quiere, y nos quiere. Gratis.
¿Eres capaz de reconocerlo? ¡Aprovecha el regalo de la vida!
ESCUCHAMOS LA PALABRA
Porque como dice el libro del Génesis, todo lo creado a Dios le parece muy bueno y nos invita a vivir y disfrutarlo…
Gn 1, 31
Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto…
Enséñanos, Dios Padre, a aprovechar todo lo que nos rodea.
Terminamos rezando un Padrenuestro
Martes 17 de enero
Buenos días. Un día más comenzamos nuestra oración poniéndonos en presencia del Señor: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
ESCUCHAMOS LA PALABRA
Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,23-28):
Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas.
Los fariseos le preguntan: «Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?».
Él les responde: «¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre, cómo entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a quienes estaban con él?».
Y les decía: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado».
Palabra del Señor
REFLEXIONEMOS
De nuevo Jesús nos plantea en este texto el dilema entre la ley y el amor; la norma y hacer el bien. Esa búsqueda de hacer el bien por encima de lo que supone que era la norma le trajo varios disgustos en su vida, persecución y hasta la cruz. Pero fue fiel a su idea de amor y Reino, de justicia para todos, hasta el final del mundo.
¿Qué es más importante en tu vida? ¿Hacer el bien o quedar bien? ¿Arriesgarme en el amor, o ahórrame el riesgo a que las cosas no salgan como yo creo?
Podemos hacer nuestras peticiones en alto.
Terminamos con un Padrenuestro
Miércoles 18 de enero
Buenos días, comenzamos la oración poniéndonos en presencia del Señor.
Hoy nos invitamos a hacer una parada que nos permita mirar dentro, como cuando Jesús se retiraba y se iba al monte a orar.
ESCUCHAMOS ESTA CANCIÓN
Congelar la rabia
Vencer al silencio
Soportar el miedo
Aflojar la cuerda
Ansiar el consuelo
Decir adiós
Gritarle al pasado
Y a los malos años
Saltando los charcos
Enloquece de nuevo
De amor
Calma
Calma, todo está en calma
Superar la ausencia
Volver a ser tu mismo
Después de haber perdido
Después de haber perdido
Recoger la sal de las heridas
Aclarar las sombras
Emprender el vuelo
Besar a los cielos
Por los que se fueron
Apretar las manos
Sostener la calma
Calma
Superar la ausencia
Volver a ser tu mismo
Después de haber perdido
Después de haber perdido
Recoger la sal de las heridas
Aclarar las sombras
Emprender el vuelo
Besar a los cielos
Por los que se fueron
Apretar las manos
Sostener la calma
Calma
Calma, todo está en calma
Calma
Todo está en calma
Todo está en calma
REZAMOS
Señor, que en medio de las prisas sepamos hacer silencio para reconocerte dentro de cada uno y en medio de lo que nos regalas cada día. Que la calma nos permita percibirte, encontrarte, y agradecerlo. Te lo pedimos, Señor.
Terminamos rezando un Padrenuestro
Jueves 19 de enero
Buenos días. Un día más comenzamos nuestra oración poniéndonos en presencia del Señor: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Hoy la liturgia no invita a rezar con el Salmo 39. Lo podemos rezar en dos grupos, y después dejar un tiempo para poder hacer eco, y repetir aquella frase que esta mañana siento que Dios me regala especialmente.
ESCUCHAMOS LA PALABRA
(Adaptación del salmo 39)
En ti, Señor, he puesto mi confianza, mi esperanza;
tú te has inclinado con ternura sobre mí,
y has escuchado mi clamor y has acogido mi vida.
Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.
Yo me siento dichoso y te canto un canto nuevo;
yo te alabo y exulto de alegría ante ti, Señor.
Tú presencia me llena de respeto y ante ti me anonado;
y decidido me voy en pos de ti, renunciando a la mentira.
Te doy gracias de todo corazón; me alegro contigo.
¡Cuantas maravillas has realizado en mi vida, Señor mío;
Como tú no hay nadie capaz de tanto amor hacia el hombre!
Quiero dar testimonio de tu bondad y ternura para conmigo y cantar, Señor Jesús, lo que tú has hecho con mi historia.
Terminamos juntos rezando un Padrenuestro
Viernes 20 de enero
Buenos días, un día más nos ponemos en presencia del Señor para comenzar con la oración de la mañana. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
ESCUCHAMOS LA PALABRA
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,13-19):
En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que quiso y se fueron con él. E instituyó doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar a los demonios:
Simón, a quien puso el nombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo, y Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso el nombre de Boanerges, es decir, los hijos del trueno, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Caná y Judas Iscariote, el que lo entregó.
REFLEXIONAMOS
El Evangelio de hoy es claro. Jesús llama a sus discípulos. Gente que no era perfecta, ni la más preparada, ni la “más buena”, ni los que mejores notas habrían sacado… Pero Jesús les llama para estar con Él y anunciar su Reino de amor y justicia. Y eso sí que lo podían hacer, solo tenían ganas de poner lo mejor de sí mismos, y el deseo de hacer un mundo mejor. Él les anima a ir con él, para ir por los distintos lugares a contar que se puede vivir de otra manera y ellos se fían, y se ponen en camino.
Jesús también cuenta contigo. Él también dice hoy tu nombre. ¿Te fías? ¿Te animas?
Rezamos juntos un Padrenuestro
