Evangelio joven 22 enero

“Una luz nos ha brillado” (22- ene)

Mt 4,12-23
El lunes pasado se “celebró” el Blue Monday, el día más triste del calendario, según los
entendidos. La Navidad empieza a caer en el olvido, las siguientes vacaciones se ven
lejanas, la cartera ha quedado casi vacía y los propósitos de año nuevo empiezan a
flaquear. Más allá del sentimiento que puede producir este día en particular, debemos
reconocer que atravesar momentos de sombra o tiniebla es una experiencia inevitable
en nuestra vida. Y en eso, el evangelio es muy claro y no pretende endulzarlo, nos
habla de un pueblo que habitaba en las tinieblas y que estaba necesitado de una luz
que iluminase sus vidas…
Y esa luz llegó. La trajo un niño que nació en un pesebre (por si lo habías olvidado, que
aún lo tenemos fresquito). Y ahora descubrimos cuál es esa luz que nos trae. Jesús ha
crecido, ha sido bautizado por Juan, se ha ido al desierto a aguantar a un tipo muy
pesado e insistente, y ahora va a empezar a armar un buen lío en Galilea. “Convertíos,
porque está cerca el reino de los cielos”, son las primeras palabras de la vida pública de
Jesús en el evangelio de Mateo. Y lo primero que hace es rodearse de un grupo de
amigos, a los que llama a ser “pescadores de hombres”, o lo que es lo mismo, a traer a
otros hacia esa misma luz.
A partir de ahora, veremos cómo Jesús cura enfermos, devuelve la vista a los ciegos,
hace andar a los cojos, expulsa demonios, socorre a las viudas, anuncia la Buena
Noticia… en definitiva, veremos cómo la luz del Reino empieza a brillar, en el comienzo
de una historia que dura hasta nuestros días. Esto es lo que celebramos en el tiempo
ordinario que estamos todavía comenzando, la salvación que nos trae Jesucristo. Así
que nada de Blue Monday. Alégrate, porque la luz ha venido, y atrévete a abrirle tu
corazón. Y escucha cómo Jesús te llama a ti también, como hizo con esos primeros
discípulos, para llevar la alegría de la Buena Noticia que Él nos ha traído a tantos que
aún habitan en tinieblas y que siguen necesitando de su luz.

Juan de Dios Carretero ss.cc.

Evangelio para jovenes 22 enero