Evangeliojoven19enero

“El amor lo da y pide todo” (19 – FEB)

Mateo (5,38-48):

Saberse querido, tener conciencia de ser amado, es una experiencia fundamental del ser humano, es una necesidad. Lo contrario, que nadie te quiera, es un enorme fracaso de la existencia, que  tiene después muchas consecuencias personales y sociales.

El Evangelio de este domingo nos plantea la experiencia del amor como un reflejo del amor de Dios, que va mucho más allá de nosotros y de nuestras relaciones. Seguro que nadie duda de que amar a los nuestros, a nuestra familia y amigos, es indiscutible. Aunque veamos casos en lo que esto no se da, pensamos que lo normal es que sea así. Para Jesús “los nuestros” van más allá. También son los desconocidos, o los ajenos a nuestra vida, costumbre o lugar en el mundo. Los nuestros son la humanidad entera, entendida en la clave de Jesús. Y eso incluye el amor a los enemigos, a los que nos hacen sufrir, a los que no son buenos ni consideran que los demás seamos sus hermanos. Es otra vuelta a la plenitud de la ley de la Nueva Alianza. Es otra página del programa de Jesús, de las bienaventuranzas, donde se enmarcan todas estas llamadas de estos domingos.

“Dios hace salir el sol sobre buenos y malos, sobre justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los paganos?”. Esa es la pregunta. La respuesta no puede ser solo hacer unas cuantas cosas buenas, sino buscar la plenitud del amor en las relaciones entre nosotros, todos nosotros. La primera lectura nos da una pista, “sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo”. El camino para ser santos son las bienaventuranzas. Necesitamos ir más allá de lo normal, el amor, que lo da todo, también lo pide todo. Buen camino.


Nacho Moreno ss.cc 

evangelio joven19 febrero