Evangeliojoven26febrero

“Ante las tentaciones” (26 – FEB)

Mt 4, 1-11

Primer Domingo de Cuaresma y el Evangelio nos coloca ante las tentaciones experimentadas por Jesús. Él es conducido al desierto por el Espíritu Santo y ahí percibimos, como, hace suya la decisión de quedarse donde el Espíritu le conduce. Y es que, las tentaciones que aparecen sufridas por Jesús, serán también vividas por cada uno de nosotros.

Aparece también el desierto, como ese lugar privilegiado para escuchar la voz interior y para atender y afrontar la voz del tentador. Es ese espacio donde queda a la luz nuestra autenticidad y nuestra libertad, donde quedamos al desnudo. Y ahí, justo ahí, Dios sigue trabajando en favor de cada uno, para que fieles a la escritura, fieles al recorrido personal con Él, demos respuesta y salgamos fortalecidos del forcejeo con la tentación.

El primer envite al que nos lanza la tentación, es mirar de frente la dinámica de resolver un problema humano a través de algo extraordinario (“transformar las piedras en pan”). El hambre, la necesidad puede hacernos pensar que tenemos “el derecho” de comer y por ello de transformar las piedras en pan. De Jesús aprendemos que tener poder, recursos, como el dinero o el conocimiento, no nos da “autoridad” para justificar y resolver nuestras necesidades mágicamente.

La segunda tentación, pone el acento en la absolutización de uno mismo. Cuestiona la propia identidad: “si eres hijo de Dios”. Y Jesús la vence clarificando quien es. Aquí, cada uno de nosotros podemos sentirnos afortunados cuando alguien se atreva a lanzarnos la incómoda pregunta: ¿tú quién eres? Clarificar la identidad nos hará fuertes frente a esta sutil tentación que nos diluye, sin dar importancia al misterio que cada uno de nosotros somos y que tenemos el reto de construir en fidelidad a la vocación recibida.

Finalmente, Jesús también afronta el desafío de la ideología y la dominación. Poniéndonos por delante el reto de vivir la vida como don, como regalo de Dios. Jesús nos enseña que el camino de la gracia se da a través de la entrega y el amor como servicio.

¿Qué subrayar? Que la tentación mueve nuestro suelo existencial y ahí Dios trabaja nuestra libertad, así podremos vivir en clave de sospecha o vivir desde la experiencia y fortaleza que es encuentro  y la relación con Dios.

Noemí García ss.cc.

 

 

Evangeliojoven26febrero las tentaciones en el desierto