…se acerca a la Luz (14-mar)

Las palabras del Evangelio de hoy se las dice Jesús a Nicodemo, ese hombre mayor, bien posicionado, conocedor de la Escritura, que sale de noche a escondidas y con miedo para encontrarse con Jesús porque, a pesar de todo, vive en la oscuridad. 

Jesús le dirá dos cosas: el Hijo del Hombre tiene que ser elevado (cruz) y la luz vino al mundo y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz. Esa confrontación en la noche no sé si le sentaría muy bien en ese momento, pero se prendió una luz en su corazón.  

Al final del Evangelio, cuando Jesús esté elevado en esa cruz anunciada, Nicodemo irá con perfumes para embalsamar su cuerpo. La oscuridad de su interior ha quedado atrás, y es a plena luz del día y a la vista de todos, en el momento del día en que el sol está más alto, cuando le quitará los clavos, lo descenderá de la Cruz y con todo el amor del mundo lo trasladará al sepulcro en ese último momento, el más sagrado,  donde solo acompañan los íntimos.

La conversión es pasar de la oscuridad de la timidez, miedo al qué dirán, duda, flaqueza, tibieza de una fe teórica, a la luz de la decisión firme, libre de apariencias, convencida y auténtica que nace de la experiencia de sentirse amado por Jesús.

En la Vigilia Pascual se elevará y mostrará la Luz del Cirio por tres veces, donde tres veces se mostró el Viernes Santo al Crucificado. Entonces recordaremos que todos  nacemos verdaderamente de nuevo, como Nicodemo, a pesar de la edad que tengamos, solo cuando dejamos que su luz alumbre nuestras tinieblas.

Poldo Antolín sscc