Semana 17 – 21 de mayo

Lunes 17 de mayo

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Al principio de esta semana vamos a preguntarnos: ¿Estoy dispuesto a salir de mi zona de confort? La zona de confort es todo aquello que me resulta familiar, conocido, me da seguridad, todo es prácticamente predecible…

¡Anímate y mójate!

Si no nos arriesgamos, tal vez, podremos tener una vida segura y sin sobresaltos, pero: ¿qué tipo de vida será? ¿Nos arrepentiremos, al final de nuestros días, de no habernos atrevido a hacer aquello que nos apasionaba? Si realmente queremos afrontar nuevos retos, tenemos que vencer a los dos grandes enemigos que nos mantienen estancados: el miedo y el conformismo.

Muchos temores nos impiden avanzar.  La mayoría de las veces, estos miedos no tienen fundamento real, pero están tatuados en nuestro ADN. La buena noticia: estos asideros emocionales que nos frenan son aprendidos, no son genéticos, ni tienen que formar parte de nosotros.

Escuchamos esta breve lectura del Evangelio de Lucas donde contemplamos a María:

“María, cuando vio al ángel, se sorprendió de sus palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: María, no tengas miedo.»

Nos damos un minuto de silencio para respondernos: ¿Qué me pide hoy la Vida? ¿De qué molde debo salir?  (lo podemos compartir brevemente

Terminamos nuestra oración haciendo la señal de la cruz.

Martes 18 de mayo

María, esa joven nazarena, venció sus miedos y cayó rendida (de amor) a los pies de Dios, nuestro Padre. Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¿Tú por amor qué harías?

Escuchamos el siguiente Salmo, acogiendo desde el corazón. Recuerda que Dios te ayuda en tus momentos más bajos por amor.

Derramaste, oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh, Dios,
preparó para los pobres.

Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte.

Amén.

Miércoles 19 de mayo

La confianza hizo decir Sí a María a una aventura tan aventurada. Sólo el amor en alguien más grande te permite saltar a lo que podría ser un abismo. Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Leemos este fragmento del evangelio según san Juan:

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. 

RELEXIONAMOS

Tú eres las manos y los pies de Jesús, no hay línea directa con Dios, pero Él nos envía a ser buena noticia en medio de este mundo.

Nos damos un minuto de silencio, busca en ese minuto la respuesta a esta pregunta:

¿Qué buena noticia querrías dar hoy? ¿Qué te gustaría hacer desinteresadamente por alguien?

Compartimos brevemente.

Concluimos nuestra oración.

Jueves 20 de mayo

María, esa joven nazarena, fue fiel, tuvo a Jesús, le cuidó como solo las madres te cuidan y fue fiel más allá de obstáculos y dificultades. Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

ESCUCHAMOS:

La oración de hoy viene hecha canción de la mano de Luis Guitarra. Escuchamos con atención en actitud de oración, y ponemos en su corazón todo aquello que tenemos en el nuestro.

Viernes 21 de mayo

María continuó siendo seguidora fiel de las enseñanzas de su Hijo, ni su pena, ni su dolor le hicieron abandonar. Aglutinó los restos de la comunidad de Jesús y cuidó de cada uno de ellos. Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

ESCUCHAMOS

Escuchamos esta canción, sobre el deseo de la venida de Jesús. 

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA PAZ

Virgen de la Paz,
madre de los pobres y de los niños,
esperanza de los que están tristes.
tú nos diste a Jesús,
Él nos regaló la paz y el amor.

Enséñanos a vivir las palabras del Evangelio,
y a servir con alegría a todas las personas,
porque todos somos hermanos.

Virgen de la Paz,
danos tu alegría, tu cariño, tu amor,
que seamos mensajeros de paz
en nuestras familias, en el colegio, en todas partes.
queremos parecernos a ti,
y te pedimos que sepamos guardar en el corazón
las palabras de tu hijo Jesús.

Amén.