Semana 18 – 22 de octubre

Lunes 18 de octubre

Buenos días, iniciamos nuestro día poniéndonos en la presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

ESCUCHAMOS EL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.» Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?» Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»

Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: «¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha.» Y se dijo: «Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida.» Pero Dios le dijo: «Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?» Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios.»

Palabra del Señor

REFLEXIONA

¿Tener o ser?

Tenemos mayor tendencia a preocuparnos por tener cosas que por ser. Eso nos lleva a las comparaciones y a las envidias, que tan difícil vuelven las relaciones con los demás. Junto a la envidia está la avaricia o el afán de acumular. Para vencer ambas tentaciones debemos seguir e imitar a Jesús, quien nos mueve a compartir generosa y gratuitamente lo que gratis hemos recibido.

Rezamos un Padrenuestro.

Martes 19 de octubre

Buenos días, iniciamos nuestro día poniéndonos en la presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

ESCUCHAMOS EL EVANGELIO DE LUCAS

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»

Palabra del Señor

REFLEXIONA

¡Saber esperar sin desesperar! Qué arte tan necesario y difícil para el corazón que todo lo quiere ya y al momento.

Aprendamos de las madres que velan continuamente por los hijos.

Fijémonos en los buenos educadores que no dejan de intentarlo con sus alumnos, confiando en el potencial que todo ser humano lleva dentro que, en cualquier momento, puede aflorar y hay que estar atentos para aprovechar la oportuna ocasión.

Y aprendamos de Dios, que nunca duerme y siempre espera a que volvamos para abrirnos la puerta y sentarnos a su mesa.

Terminamos rezando juntos el Padrenuestro.

Miércoles 20 de octubre

Buenos días, iniciamos nuestro día poniéndonos en la presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (6,12-18):

Que el pecado no siga dominando sobre vosotros. No os pongáis al servicio del pecado. No seáis instrumentos para la injusticia. Ofreceos a Dios y poneros a su servicio como instrumentos para la justicia. Porque el pecado no os dominará: ya no estáis bajo la Ley, sino bajo la Gracia.

Gracias a Dios, vosotros, que erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a Jesús, y, liberados del pecado, os habéis hecho instrumento de la justicia.

Palabra de Dios.

ORACIÓN

Señor, el miedo muchas veces me paraliza, por eso te necesito, levántame ante el miedo.
Señor solo Tú eras capaz de calmar mis penas, solo en Ti podré encontrar un lugar donde protegerme y así no darle lugar al miedo.
Señor sé mi camino, sé paz en mi corazón, luz en mi mente y sabiduría en mis decisiones.
Amén.

Jueves 21 de octubre

Como cada mañana, comenzamos nuestro día rezando juntos. Hoy vamos a hacerlo a través de este Salmo:

Salmo 1

Repetimos todos después de cada estrofa: Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Será como un árbol plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Ahora cerramos los ojos y nos preguntamos durante un momento en silencio: ¿Y yo? ¿Qué consejo sigo en mi día a día? ¿Hago caso a los impíos , a los que malmeten y hablan mal de otros, los apartan o desprecian por no ser iguales; o, por el contrario, soy como ese árbol que crece haciendo el bien y dando cobijo a los más necesitados?

Terminamos la oración rezando junto el Padrenuestro.

Viernes 22 de octubre

Buenos días. Comenzamos la jornada poniéndonos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

Como muchos sabréis, el domingo, 24 de octubre, es el día del DOMUND, el día de los misioneros. El lema de este año es: CUENTA LO QUE HAS VISTO Y OIDO.

Cuenta a otros que conocer a Jesús te produce alegría, una alegría que no puedes guardarte para ti solo. Tu testimonio de cómo el Señor ha tocado tu corazón es importante también para otros. Compártelo, como hacen, y nos enseñan a hacer, nuestros misioneros y misioneras.

Y por ello nuestra oración es por todos los que dejaron su familia, sus amigos y su país para estar junto a los más pobres de la Tierra; para luchar junto a ellos contra el hambre, para enseñar en los colegios y atender a los enfermos, para preparar a jóvenes y mayores para que puedan tener un trabajo que les permita salir de la miseria, y para hablarles de Jesús y del Padre Dios , un Dios que les ama, que nunca les abandonará.

Rezamos juntos la oración del Domund: