La Virgen de la Paz es una pequeña imagen de 33 cm., de madera, color oscuro, hecha por un escultor en 1518. La imagen fue pasando de padres a hijos. Uno de los descendientes colocó la imagen en una capillita para que la gente pudiera acudir a ella en sus necesidades y el pueblo lo hacía con cariño y confianza. En el tiempo de guerras, el pueblo, angustiado, la rezaba como Reina de la Paz.
Cuando sucedió la revolución francesa, por temor a perderla escondieron la imagen, y al cabo de algún tiempo, la familia que cuidaba de ella, por petición de José Mª Coudrín, la entregó a Enriqueta, la Buena Madre.
Desde entonces, en 1806, la Virgen de la Paz ha sido nuestra protectora. Ella nos ha guardado de todo tipo de dificultades y siempre ha escuchado nuestra oración.
Hoy, con el paso de los tiempos, hay una réplica de esa imagen en todos los continentes, en todas las casas de los SSCC, en todos los lugares de misión. La original está en París en la casa Central de los Sagrados Corazones.
Rezamos juntos la oración de la Virgen de la Paz
Virgen de la Paz, madre de los pobres y sencillos,
esperanza de los que están tristes.
tú nos diste a Jesús,
Él nos regaló la paz y el amor.
ayúdanos a vivir las palabras del Evangelio,
y a servir con alegría a todos los hombres,
porque todos somos hermanos.
Virgen de la paz,
danos tu alegría, tu cariño, tu amor,
que seamos mensajeros de paz
en nuestras familias, en el colegio, en todas partes.
queremos parecernos a ti,
y te pedimos que sepamos guardar en el corazón
las palabras de tu hijo Jesús. Amén.