ESCUCHAMOS Y REFLEXIONAMOS
En la oración de hoy nos damos cuenta de que los apóstoles eran gente normal, que siguieron la llamada de Jesús y llevaron el Reino de Dios a muchos lugares. Nosotros podemos hacer lo mismo, pero simplemente en nuestra casa, sin necesidad de ir mucho más lejos, podemos formar parte del Reino de Dios, confiar en él y seguirle.
Pedro 5,1-4
«Estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre Él para oír la Palabra de Dios, cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.». Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes.»»
A los Sagrados Corazones de Jesús y de María