Semana 13 – 17 de junio

Lunes 13 de junio

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Hoy vamos a escuchar una carta que nos han escrito:

Queridos amigos:

Ahora que parece que solo quedan los exámenes a los que hay que decir hola para poder decir adiós al curso me gustaría despedirme de vosotros antes de que dejemos de vernos casi sin darnos cuenta. En esta última carta del curso quiero deciros algunas cosas a modo de memoria del año y de deseos para el futuro, ya que muchos de vosotros os despedís del Colegio porque termináis, porque elegís aventuraros en experiencias nuevas de convivencia o simplemente porque hay que atravesar el verano… Os he tenido presentes en mis oraciones deseando que Dios os diera luz para reconocer el valor de vuestra vida, sabiduría para no desperdiciarla en cosas vanas, confianza y generosidad para crear amistades profundas y quizá un poco de amor sincero, esperanza para confiar en vosotros mismos y en vuestras mejores posibilidades, humildad para reconocer que hay cosas que debéis cambiar o mejorar y entereza para soportar los golpes que pudiérais recibir.

Ahora, y durante estos días, cuando vamos a pasar página a este curso, mi oración seguirá viva porque creo firmemente que, aunque algunos de vosotros os hayáis despedido de Dios hace tiempo, Él no quiere responder con un adiós, sino con un ¿qué hay?; porque creo firmemente que algunos de vosotros buscáis en lo escondido de vuestro corazón y tenéis una ventana abierta a su presencia y deseo de que se haga más grande para que os llene de luz; porque creo firmemente que la fe real de algunos de vosotros debe crecer y porque creo que aunque no sepáis si creéis, si sabéis creer, si queréis creer, si podéis creer o aunque creáis que no creéis, Dios no se cansa de creer en vosotros.

(Francisco García – Libro: Cartas de un capellán universitario)

Martes 14 de junio

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El evangelio que la Iglesia nos propone para hoy es difícil de entender, y muy exigente. Abramos el corazón para entender a qué nos invita Dios con él.

ESCUCHAMOS EL EVANGELIO DE MATEO:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo» y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.»

REFLEXIONA

A veces pensamos que el amor va de “sentimientos”, pero los sentimientos sabemos que van y vienen con mucha facilidad. El amor es una elección. Elegir amar (u odiar) está en nuestra mano. El daño que otros nos hacen, no tiene por qué llevar al odio, eso es decisión nuestra; en el fondo eso es optar por dejar que el otro tenga poder sobre mí para hacerme odiar. A eso no nos invita Jesús. El amor (que a veces no es “sentirme bien” ante el otro sino elegir perdonar) nos libera de nuestros resentimientos y nos ayuda a seguir adelante.

¿A quién tienes que intentar tratar mejor? ¿Qué persona tienes atravesada y te cuesta perdonar? Preséntale esos nombres al Señor y pídele que te ayude a elegir el amor.

Terminamos rezando juntos un Padrenuestro.

Miércoles 15 de junio

Comenzamos nuestra oración haciendo silencio por dentro y por fuera, haciéndonos conscientes de que tenemos el regalo de un nuevo día y de que no caminamos solos, Dios nos sostiene y acompaña. Comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy rezamos una oración especial, el Padre Nuestro del colegio, trayendo al corazón este momento de final de curso que vivimos, este nuevo día que empezamos.

Padre nuestro que estás en el Colegio
En los alumnos, en los padres, en los profes,
En cuantos cargan diariamente a la espalda su mochila
De inquietudes, de proyectos, de expectativas.

Santificado sea tu nombre
Que todos tengan la gracia
de conocer que Tú eres Padre;
Danos el don de vivir y transmitir tu alegría
porque Tú nos llenarás de Vida.

Venga a nosotros tu Reino,
la sabiduría de conocer tus caminos,
la certeza de sabernos tus hijos,
la alegría de vernos mejores día a día,
la dicha de ser más hermanos que ayer.

Hágase tu voluntad,
aquí en el colegio como en la vida.
Que cada hora, cada tarea, cada jornada escolar
Sean un paso adelante
en nuestro encuentro Contigo,
en nuestro crecer como personas.

Danos hoy el pan de cada día,
aquello que más necesita ahora nuestro corazón.
Perdona nuestra falta de conciencia de tu amor, de tu presencia,
perdona todas las veces en que, queriendo amar,
nos equivocamos y nos herimos.

Y líbranos del mal, líbranos de caer en la desgana y la falta de agradecimiento,
danos un corazón agradecido por tanto que pones en nuestras manos cada día. Amén

Dejamos un momento para que cada uno comparta en voz alta su oración.

Jueves 16 de junio

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

REFLEXIONA

Este domingo la Iglesia celebra la fiesta de Corpus Christi. Reconozco que me costó explicar a una persona que no comparte la fe -ni la cultura católica- esta tradición de sacar en procesión el pan consagrado. Y más difícil puede resultar cuando, para darle solemnidad y con sincera devoción, se va adornando con oros, platas, campanillas, monaguillos… hasta el punto de que la forma consagrada resulta difícil de encontrar.

Hace ya 17 siglos San Juan Crisóstomo escribió: “¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues, cuando lo contemples desnudo en los pobres, ni lo honres aquí, en el templo, con lienzos de seda, si al salir lo abandonas en su frío y desnudez.”

Seguimos viendo imágenes del cuerpo de Cristo hundiéndose en el Mediterráneo. Siguen muriendo personas. Ya seamos curas, ministros, estudiantes o personas en desempleo no podemos recibir el cuerpo de Cristo si no nos duelen las entrañas al saber que está sufriendo, si no hacemos lo que está en nuestra mano para reparar este dolor. (Javi Montes sj)

Piensa en realidades que vives, que necesitan de Dios, y de ti. Preséntaselas a Dios y pregúntate:
¿Quién necesita que seas, para Él, “cuerpo de Cristo”?
Terminamos rezando juntos un Padrenuestro

Viernes 17 de junio

Comenzamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Hoy escuchamos esta canción que se llama “Cuenta conmigo”. Tras la canción, le pedimos a Dios que nos ayude a respondernos a esta pregunta:
Realmente en lo profundo y en lo importante de tu vida ¿cuentas con los otros para que te ayuden? ¿Cuentas con Dios como compañero de camino y presencia que te cuida y acompaña?