PROFUNDIZAMOS
Contemplar la imagen del corazón de Jesús, imaginándonos el sonido de sus latidos y su ritmo, se convierte en una invitación constante por imitarlo en nuestro propio corazón. Dios nos ofrece un corazón nuevo, un corazón que siente y comparte, arrancando de nuestro interior un corazón indiferente y egoísta.
Hagamos nuestras las palabras de esta oración:
Que el Señor nos acompañe al partir de este lugar.
Que vaya delante de nosotros para iluminar el camino.
Que camine a nuestro lado para ser siempre nuestro amigo.
Que vaya detrás de nosotros para protegernos de cualquier daño.
Que sus brazos cariñosos estén debajo de nosotros para sostenernos
cuando el camino sea duro y estemos cansados.
Que esté con nosotros para cuidar a todos los que amamos.
Que viva en nuestro corazón para darnos su alegría y su paz.
Padre bueno:
Danos un corazón de POBRE; capaz de amar, para abrirse y entregarse.
Danos un corazón PACIFICO; capaz de amar, sembrando la paz en el mundo.
Danos un corazón JUSTO; capaz de amar la justicia.
Danos un corazón MISERICORDIOSO; capaz de amar, comprendiendo y perdonando.
Danos un corazón SENSIBLE; capaz de amar, llorando sin desalientos.
Danos un corazón PURO; capaz de amar, descubriendo a Dios en el ser humano.
Danos tu corazón.