reflexion evangelio sscc

“Y tú ¿qué haces en Semana Santa? ” (2 – abr)

San Mateo (26,14–27,66):

¡Qué diferentes respuestas puede haber para esa pregunta !

Hoy es Domingo de Ramos. Hoy “pega” ir a misa ¿verdad? Con tu ramito de olivo o tu palma te has dispuesto a acompañar a Jesús al comienzo de la semana más difícil de su vida. Has hecho bien. Este día es bonito. Tu amigo Jesús ha llegado a Jerusalén y muchos se alegran porque es portador de buenas noticias: curaciones, perdón, etc. Has hecho bien al acercarte a recibirlo con tu palma.

Lo que me preocupa es que acabe aquí tu Semana Santa. Imagínate que quieres un montón a un amigo y fueras a acompañarle el día en que recibe un reconocimiento por su labor: te sientes orgulloso de tu amigo, te alegras de haberle acompañado, descubres que muchos otros también se alegran… Incluso lo celebras con una buena cena un par de días más tarde. Pero justo después de esa cena a ese mismo amigo lo acusan falsamente, lo arrestan, lo juzgan con testimonios falsos, le condenan y lo ajustician… y esos días ¿dónde estás tú?

Cuando pregunto a los que tengo cerca por lo que van a hacer en Semana Santa algunos me dicen estudio/curro los primeros días y luego… playa, casa rural, descanso, fiesta, relax, familia, amigos, marcha, viaje, procesiones…

Son muy pocos los que responden algo así: vivir la Pascua… acompañar a Jesús en los días difíciles… voy a revisar mi vida… voy a cuidar mi fe…

Hoy es Domingo de Ramos y has comenzado bien. Te invito a plantearte ¿cómo vas a tenerlo más presente durante toda esta semana?

Te doy un par de ideas por si te ayudan…

Busca allá donde estés una iglesia para celebrar los momentos más importantes de la vida de tu amigo, del Señor… el Jueves Santo (la última cena), el Viernes Santo (la muerte de Jesús) y el Sábado Santo por la noche la Vigilia Pascual (la resurrección de Jesús).

Por otro lado te invito a dedicar un rato cada día de la Semana Santa a dar gracias por la Vida de Jesús.  Pide acompañarle en estos días difíciles para Él. Te dejo una breve oración que puedes hacer…

¿Seré yo, Maestro, quien afirme
o quien niegue?
¿Seré quien te venda
por treinta monedas
o seguiré a tu lado
con las manos vacías? ¿Pasaré alegremente
del «hossannah»
al «crucifícalo»,
o mi voz cantará
tu evangelio?
¿Seré de los que tiran la piedra o de los que tocan la herida?
¿Seré levita, indiferente
al herido del camino,
o samaritano conmovido
por su dolor?
¿Seré espectador
o testigo?
¿Me lavaré las manos
para no implicarme,
o me las ensuciaré
en el contacto con el mundo? ¿Seré quien se rasga las vestiduras
y señala culpables,
o un buscador humilde de la verdad?
(JMª Rodríguez Olaizola sj) 

Pedro Gordillo ss.cc.