“Evangelio con palabras transparentes y exigentes.” (2 – jul)

San Mateo  (10,37-42):

Amar. Jesús pide a sus seguidores a que nada ni nadie antepongan a su amor, y al amor por su Evangeliopadres, madres, hijos.
Tomar: Pides a cada uno tomar su cruz. No por masoquismo, ni por creer que el dolor y el sufrimiento tengan una virtud o un valor mayor que el gozar o el alegrarse. Es porque no hay amor verdadero sin hacer propios los sufrimientos de los que amamos. Eso es la cruz de cada día ¡Quién no quisiera así aliviar en algo así el sufrimiento de las personas que amamos o incluso de las personas malqueridas!

Recibir: Acoger a un discípulo de Jesús, a un profeta o a un justo…Nos pides entonces que estemos atentos entre las personas que encontramos en cada día a tus discípulos, a los justos y a los profetas. Abraham sin saberlo recibió en su casa a los mensajeros de Dios. Esta misma frase inspiró al artista canadiense Timothy Schmalz a hacer la escultura que se encuentra en la plaza de San Pedro en el Vaticano, como llamado a acoger a los migrantes que están en nuestras calles y que siguen llegando a nuestras tierras.

Dar: No pide otra cosa que dar un vaso de agua a “uno de estos pequeños” que están en la foto. No tiene otra cosa en su equipaje esencial que una pequeña esperanza, el deseo de un trabajo que le permita sustentar a su familia, el anhelo de poder vivir en paz, sin la amenaza de la guerra o de la sequía.

Amar, tomar, recibir y dar, verbos simples en los que se conjuga el amar a Jesús por encima de todo. Te invito a dejarte sorprender por la extraña cercanía de Jesús que te dice: “Déjate amar por mí y ámame en los pobres, en quienes también estoy yo pidiendo tu amor.”

Y pregúntate: ¿Por qué no doy todo en cada encuentro? Ixcís ¿Por qué?

Alberto Toutin sscc

ATRIBUCIÓN DE LA IMAGEN: 

De Andrawaag – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0,
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