Días 25- 29 SEPTIEMBRE

Lunes 25 de septiembre

Buenos días, comenzamos una nueva semana con la oración de la mañana. En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Lc (8,16-18):

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en lo alto para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»

Jesús nos habla de la palabra de Dios comparándola con una luz que no puede  permanecer oculta; como una luz que debería brillar en las vidas de los que creemos en el Evangelio. Nos invita a que demos testimonio de Jesús y de su mensaje.

REZAMOS JUNTOS:

Padre, Tú quieres que nuestra fe sea
como una lámpara colocada en lo alto,
para que la gente vea Tu Luz
y no camine en la oscuridad.
Guíanos con tu palabra,
danos la fuerza del Espíritu,
para que seamos testigo de tu Amor
en el mundo.
Haz que a través de nuestra amabilidad,
nuestra comprensión y nuestro compartir,
pongamos algo de Tu Luz a nuestro alrededor.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Martes 26 de septiembre

Nos damos los buenos días rezando, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Lc (8,21),

Jesús les dijo una vez a sus discípulos: «Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra.» 

PROFUNDIZAMOS 

Todos queremos que nos digan que somos “buenos compañeros” y todos queremos tener “buenos compañeros” a nuestro alrededor. Esta canción nos recuerda que Jesús es el mejor compañero que podemos tener y nos anima a ser un poco parecidos a Él. 

Vamos a escucharla con atención.

Maite López – El mejor compañero.

Terminamos rezando juntos el padrenuestro.

Miércoles 27 de septiembre

Buenos días, comenzamos la oración de la mañana poniéndonos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

ESCUCHAMOS LA PALABRA 

Lc (9,1-6)

“Jesús reunió a los Doce y los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles: «No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco llevéis túnica de repuesto.» Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando el Evangelio y curando en todas partes”. 

REZAMOS JUNTOS 

Señor, los apóstoles eran solo simples pescadores pero tú les llamaste para anunciar tu Buena Noticia. 

Haznos a nosotros valientes para que, como ellos, nos atrevamos a proclamar sin miedo tu palabra.

Señor, Tú enviaste a tus discípulos sin bastón, ni pan ni dinero para el camino. Para que entendiéramos que al que anuncia Tu Palabra no le falta nada de lo que es verdaderamente importante en la vida. 

Danos fé para atrevernos a vivir de esa manera. Que nos demos cuenta de cuáles son las cosas que de verdad necesitamos y cuáles son las que nos sobran.

Señor, que no te pongamos más excusas y que nos pongamos “en camino” hoy mismo sin esperar más. 

Amén.

Jueves 28 de septiembre

Empezamos nuestro día poniéndonos en la presencia de Dios, en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.

En tiempos de Jesús, las noticias no eran tan inmediatas como ahora. Se había ido extendiendo su fama pero había mucha gente que no le conocía y que, viendo las cosas que decía y que hacía, se preguntaba quién podía ser alguien que actuaba así. 

Entre ellos estaba Herodes, que mandaba en aquel lugar.

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Lc (9,7-9):

En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.

Herodes se decía: «A Juan lo mandé matar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?»

Y tenía ganas de ver a Jesús.

REFLEXIONAMOS

Nosotros somos privilegiados de conocer a Jesús. Tenemos suerte de tener quien nos hable de Él y nos explique todo sobre su vida. Tenemos suerte de poder encontrarnos con Él en la oración, en la Eucaristía, en las reuniones de pastoral. 

Seguro que en este curso que comienza, vamos a tener ocasión de descubrirlo en muchos más momentos. Queremos darle en nuestras vidas el lugar que se merece. Queremos conocerle un poco más y descubrir que Él da sentido a todo lo que somos y hacemos. Merece la pena.

Se lo pedimos a Dios rezando juntos el padrenuestro.

Viernes 29 de septiembre

ESCUCHAMOS LA PALABRA 

(Jn 1, 51).

Jesús les dijo un día a sus discípulos: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.» 

REFLEXIONAMOS 

Sabemos que Dios nos quiere, nos protege y nos guía por nuestro destino. En la Biblia, los ángeles son presentados a la gente como los mensajeros de Dios para ayudarnos a llevar a cabo los planes de Dios. Son la manera de explicar el amor de Dios que nos guía y se ocupa de nosotros. 

Hoy tampoco podemos olvidar a las muchas personas que nos ayudan y guían de muchas maneras con su amor y cuidado. Todos esos voluntarios que dan su tiempo por los demás. Toda esa gente que está pendiente de lo que necesitan los que tienen alrededor. 

Ellos también, son, por así decirlo, los ángeles de Dios para nosotros.

Vamos a rezar por ellos y para que nosotros seamos también un poco como ángeles para los demás.

Padrenuestro.