De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo:
Querido hermano:
Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Coge a Marcos y tráelo contigo, ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. El abrigo que me dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino.
REFLEXIONAMOS
Pablo llama hermano a Timoteo y a todos los demás que nombra. Todos, se consideran hermanos entre si. Y tienen una tarea común, el evangelio.
Es una hermandad que proviene de ser hijos de Dios, y de reconocerse como tales. También nosotros, queremos sentir esta hermosa hermandad, sentirnos familia, ser Iglesia.
Hagamos hoy que este sentir sea muy visible.
A los sagrados corazones de Jesús y María, honor y gloria.