Semana 1 – 5 de abril

Lunes 1 de abril

Oración preparada de los alumnos: Katy, Antonella Bravo, Eddison, Valeri, Diego, Jorge y Julio

Buenos días, comenzamos la oración de hoy en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Escuchando esta canción:

ESCUCHAMOS LA PALABRA

(Corintios 13:4-8)
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Señor te pedimos por aquellas personas que no pueden recibir amor y para las que lo tienen, sepan valorar ese amor que reciben.

Para terminar, rezamos un Padre Nuestro.

Martes 2 de abril

Oración preparada de los alumnos: Arianne, Eva, Sara, Itziar y Álvaro.
Comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La oración de hoy hablará sobre la alegría esa que a veces es difícil de encontrar, pero cuando la encuentras es un tesoro.

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Jn 3, 29

«En una boda, el que tiene a la novia es el novio; y el amigo del novio, que está allí y le escucha, se llena de alegría al oírle hablar. Por eso, también mi alegría es ahora completa.»

Por esto y más, danos Señor, el don de la alegría
que alienta el corazón
y nos muestra un futuro
lleno de bendiciones, a pesar del dolor.
Amén.

Miércoles 3 de abril

Empezamos nuestra oración: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Ponemos esta música mientras rezamos unidos la oración.

Un par de discípulos que iban camino de Emaús, se les acerca una persona, el propio Jesús, y les pregunta qué ha sucedido en Jerusalén, de lo que ambos iban hablando.

Los discípulos le relatan el prendimiento, la pasión y muerte del nazareno. pero es Jesús mismo quien les explica el sentido de lo que ha pasado y su conexión con lo que anunciaron los profetas..
Así lo cuenta el evangelista Lucas:

«Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?». Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once (…) Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.»

REFLEXIÓN
Jesús salió al encuentro de esta pareja de discípulos por algo: Él tuvo que devolverles la confianza y lo hizo con gran amor… y les abrió los ojos hasta que se dieron cuenta de que era el Señor: por medio de su palabra y por medio del signo de la Fracción del Pan. Los dos discípulos que caminaban hacia Emaús se encontraron con los ojos de la fe iluminados, que les fue regalada; pasaron de andar cabizbajos y sin futuro, a estar envueltos en gozo y alegría, ya que habían reconocido al Señor. Todo cambió para ellos, hasta el ánimo para salir a hablar del que ha vencido a la muerte. ¿No crees que Jesús puede hacer lo mismo contigo hoy?

Jueves 4 de abril

Comenzamos el día poniendo nuestro corazón en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Del Salmo 8

¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el ser humano, para mirar por él?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos.
Todo lo sometiste bajo sus pies.

REFLEXIÓN

¿Te das cuenta en cuánta estima tiene Dios al ser humano?
Que Dios sea tan grande, y nos piense así, con afecto, amor sin medida, debería llenarnos de esperanza y a su vez contagiarnos nosotros de ese mismo amor. Si Dios es el que irradia amor, también nosotros a imitación suya podemos dar ese mismo amor. Dios nos hace responsables al concedernos el mando ¿Cómo podemos hacerlo bien?

Terminamos leyendo todos en voz alta esta oración:
Gloria al Padre, Gloria al hijo, Gloria al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre.
Por los siglos de los siglos. Amén.

Viernes 5 de abril

Empezamos nuestra oración: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

ESCUCHAMOS

Una mujer soñó que entraba en una tienda recién inaugurada en la plaza del mercado y, para su sorpresa, descubrió que Dios se encontraba en el mostrador.
¿Qué vendes aquí? – preguntó ella
Todo lo que tu corazón desee-, le respondió Dios.
Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo la mujer se dedicó a pedir lo mejor que una persona puede desear: «Deseo paz de espíritu, felicidad, sabiduría», dijo. Y después de un instante de vacilación, añadió: «no sólo para mí, sino para todo el mundo».


PREGÚNTATE
Si tú estuvieras en el lugar de la mujer, ¿qué pedirías?


ORACIÓN
Ayúdanos Señor, a saber pedir lo que verdaderamente necesitamos, y a tener siempre en cuenta las necesidades de los demás. Amén.