Semana 15 – 19 de abril

Lunes 15 de abril

Oración preparada de los alumnos: Adriana Albendea, Daniela Alfonso, Sergio Sánchez.

Comenzamos un nuevo día lleno de oportunidades, las cuales vamos a agradecer en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. A continuación escuchamos esta canción nos recuerda el papel fundamental de nuestras madres y las personas que ejercen un papel de referente como es la Virgen María.que nos muestra uno de los amores más puros que hay.

¿Qué es el amor? En Ios Corintios 13:4-8, la Biblia lo define así: “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni orgulloso. No se comporta con dureza, no es egoísta, no se enfada fácilmente, no guarda rencor. El amor no se basa en la maldad, sino en la verdad. Todo lo perdona, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue, y el que solo lo aparenta será silenciado.”
Para terminar, rezamos un Padre Nuestro.

Martes 16 de abril

Buenos días. Comenzamos la oración de hoy poniéndonos en presencia del Señor.

Hoy queremos profundizar en la importancia de los valores y las enseñanzas transmitidas por parte de Jesús con el siguiente video.

NOS PREGUNTAMOS

¿Qué son para ti los valores?
¿Qué valores has aprendido de las enseñanzas de Jesús?
¿Crees que la religión te ha ayuda a interiorizar esos valores?
¿Cómo relacionarías el vídeo con los valores que trasmite la religión cristiana?

Miércoles 17 de abril

Comenzamos el día poniéndonos en presencia del Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ESCUCHAMOS LA PALABRA

«Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os amé. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los amigos». (Jn. 15, 12-13)

Hay sufrimientos que se ahogan en un sufrimiento mayor, hay regalos que se olvidan con un regalo mejor… Ojalá nada difumine el cariño de quien tendió la mano en una caricia de cuidado, porque era su mano, su caricia y su cuidado.

Hoy vamos a poner especial atención en cómo cuidamos a los demás, en cómo nos preocupamos por ellos. Jesús nos dice que nos entreguemos por ellos, que les ayudemos, y no que ignoremos sus problemas. Quizá basta una simple mirada amable, una sonrisa, un tono acogedor en el saludo… Mientras escuchamos la canción, pensamos en todas las personas que nos rodean y en cómo podemos ayudarles a sentirse mejor en sus vidas.

Terminamos, en el nombre del Padre del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

Jueves 18 de abril

Oración preparada de los alumnos: Sarai, Irianny, Xiomara, Santiago

Buenos días, comenzamos la oración de hoy en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. 

Hoy vamos a rezar en torno al perdón, ya que el perdón es muy necesario en nuestro mundo, porque hacemos cosas que no están bien y debemos disculparnos por eso, para poder hacer un mundo más humilde, más bonito y más lleno de felicidad.

ESCUCHAMOS LA PALABRA

«Y cuando estéis orando, si tenéis algo contra alguien, perdonadlo, para que también vuestro Padre que está en el cielo os perdone vuestros pecados.
Marcos 11, 25.

Padrenuestro

Viernes 19 de abril

Comenzamos la oración poniéndonos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¿Te imaginas esta escena en el Evangelio?…

«Jesús les dijo: Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres. De inmediato pulsaron ‘¡me gusta!’… y siguieron pescando»

¡Menudo chasco! ¿Cómo hubiera continuado entonces la historia de los primeros seguidores de Jesús?

Está claro. En el seguimiento a Jesús no basta un ‘me gusta’. A Jesús no le basta engrosar su lista de seguidores con un amigo más. Jesús nos anima a dar respuestas que empiezan por ahí, para ir más allá: ‘me inquieta’, ‘me comprometo’, ‘quiero’. 

Esas respuestas pasan por el deseo profundo de parecernos a él, de imitarle en sus modos, en cómo se relaciona, cómo mira la realidad y la afronta, qué dice, cómo ama, cómo entiende la justicia, cómo apuesta por cada persona, en especial por los más pobres… Es maestro que enseña y modelo al que imitar. Pero esto no siempre es sencillo. El seguimiento a Jesús no es algo evidente, que nos surja de manera natural, a veces porque no lo entendemos, porque no se lleva, a veces porque no hemos aprendido a hacerlo… 

Responder a Jesús pasa por formarnos, entre otras cosas, en el entendimiento y en la caridad.