Semana 6 – 10 de mayo

Lunes 6 de mayo

Comenzamos esta semana especial para nosotros como familia Sagrados Corazones, ya que el viernes 10 de mayo celebraremos la fiesta del Padre Damián. A lo largo de estos días, nos dejaremos acompañar por él en la oración de la mañana. Comenzamos juntos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

DAMIÁN DIJO: “SOY EL MISIONERO MÁS FELIZ DEL MUNDO”

¿Cómo fue posible esa felicidad en las condiciones en las que vivió?
Damián fue capaz de guiar su vida por las palabras de Jesús en el sermón de la Montaña, hizo de las Bienaventuranzas su programa de vida. Recemos hoy por acercarnos en nuestra vida cristiana a la misma felicidad que Damián proclamaba haber alcanzado.

  • Como Damián se deshizo del orgullo, así seamos nosotros pobres de espíritu.
  • Como Damián lloró con sus leprosos, seamos capaces de compadecer y acoger el dolor del mundo sin mirar hacia otro lado.
  • Como Damián aceptó mansamente el sufrimiento, vivamos nuestra vida sin odio ni rencores.
  • Que luchemos contra la injusticia como Damián dedicó su vida a devolver la dignidad y la justicia a los habitantes de Molokai.
  • Que perdonemos y acojamos a los demás con la misma misericordia que Damián ofreció.
  • Que poseamos un corazón limpio que no sea capaz de ver en el prójimo maldad ninguna, igual que Damián vio en sus leprosos a hombres y no a enfermos.
  • Así como Damián se esforzó en llevar a otros el consuelo, trabajemos nosotros por la paz.
  • Así como Damián puso su vida al servicio de la justicia, seamos siempre semilla de reconciliación.
  • Y así como Damián enfrentó todas las dificultades, el dolor, la enfermedad e incluso la muerte,… que encontremos nosotros la dicha en el amor y la entrega a los demás

Pensamos sobre esto que hemos leído…
Podemos hacer nuestras peticiones en alto…
Terminamos rezando un Padrenuestro

Martes 7 de mayo

Buenos días, una mañana más comenzamos juntos poniéndonos en presencia del Señor en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Y como dijimos ayer, hoy nos dejamos acompañar por la vida y las preguntas del Padre Damián.

VIDA Y PREGUNTAS DE DAMIÁN

Damián fue un hombre que sabía mirar a las personas, ver su belleza y corazón más allá de de la apariencia primera, deformada por la lepra.

“Despreciado y evitado de la gente, un hombre habituado a sufrir, curtido en el dolor; al verlo todos se tapaban la cara” Is 53, 3

Damián veía la presencia de Dios en la vida de cada persona pue sabía que somos mucho más que lo que aparentamos y de lo que hacemos. En el corazón de cada uno, se esconde el tesoro precioso de nuestra dignidad

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 1 Cor 3, 16

Damián no tuvo nunca miedo de contagiarse, pues no le importaba era él mismo, sino quien tenía delante.

Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte? (…) ”cada vez que lo hicisteis con el más pequeño de mis hermanos, lo hicisteis conmigo”. Mt 25, 37-38.40

Miércoles 8 de mayo

Buenos días, hoy nos acercamos al Padre Damián contemplando la mirada que tenía con la gente más sencilla. Gracias a ellos, reconoció que el Amor de Dios no tiene límites. Nos ponemos juntos en presencia de Dios, en el nombre del Padre…

DAMIÁN, EL HOMBRE DE LOS SENCILLOS

Evangelio según san Mateo (11,25-27)

En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»

Seguramente, Damián rezó en muchas ocasiones con este texto. Pediría la sencillez necesaria para recibir en su corazón la buena noticia que Jesús nos anuncia.

Hagamos nuestra esa petición: “que seamos capaces de conocer el amor de Dios revelado a través de Jesús y que compartamos ese Amor con los demás, siguiendo el ejemplo de Damián.”. Amén.

Rezamos juntos
Salmo 102,1-2.3-4.6-7

El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus dones.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.

El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel.

Jueves 9 de mayo

Buenos días, esta mañana seguimos rezando con nuestro hermano Damián, nos ponemos en presencia de Dios en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Escuchamos el Evangelio de Juan, que nos recuerda el gesto de Jesús en la última cena, y que seguro que Damián replicó en muchas ocasiones con sus amigos de la isla.

Del Evangelio según san Juan

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.

Palabra de Dios

Terminamos rezando juntos esta oración

Damián,
hermano de llamada y de camino,
misionero feliz y generoso,
que amaste el Evangelio más que tu vida,
y por amor a Jesús
dejaste tu familia y tu país,
tus seguridades y tus sueños propios.

Enséñanos a dar la vida con tu gozo,
a ser leprosos con los leprosos de hoy,
a celebrar y contemplar la eucaristía
como la fuente de
nuestra propia entrega.

Ayúdanos a amar hasta el extremo,
y a perseverar, por la fuerza del Espíritu,
en la compasión con los pobres y olvidados
para ser buenos discípulos
de Jesús y de María.

Viernes 10 de mayo

Hoy celebramos la fiesta del Padre Damián, agradecidos por su testimonio valiente y generoso, nos ponemos juntos en la presencia de Dios en el nombre del PAdre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Hoy rezamos con esta canción que nos recuerda cómo fue la historia y la vida de Damián, contempla las imágenes de la isla mientras la escuchas, e imagina cómo fue para él vivir allí.

REZAMOS JUNTOS:

San Damián, siguiendo tu ejemplo de vida, tu capacidad de amar y ayudar a los que nos necesitan:

Los alumnos y alumnas de los colegios Sagrados Corazones, “Tenemos algo que decir al mundo”: a los compañeros que están solos y necesitan una palabra amable o un abrazo; a las personas que vienen a nuestra tierra buscando un futuro de esperanza para ellos y sus hijos ; a los olvidados que necesitan que alguien los mire a los ojos, sin miedo y les coja de la mano…

Padre Damián, hoy, queremos ser tus manos y tus pies para construir contigo un mundo en el que seamos capaces de transformar el egoísmo en generosidad, el dolor en esperanza, lo imposible en lo posible.

San Damián, sacerdote misionero, acompañanos hoy, queremos que seas nuestro faro, para como tú sentirnos felices y contentos hijos de los Sagrados Corazones. Misioneros, hoy, con la tarea de transformar el mundo, empezando eso sí por los que tenemos más cerca.

Rezamos para terminar un Padre Nuestro.