Semana 16 – 20 de mayo

Lunes 16 de mayo

Comenzamos la mañana poniéndonos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo:

Del evangelio de Juan:

Jesús dijo: «Quien conserva y guarda mis mandamientos, ése sí que me ama. A quien me ama lo amará mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él. Le dice Judas (no el Iscariote): «Señor, ¿qué pasa, que te vas a manifestar a nosotros y no al mundo»? Jesús le contestó: «Si alguien me ama, cumplirá mi palabra; mi Padre lo amará, vendremos a él y habitaremos en él. Quien no me ama no cumple mis palabras, y la palabra que me habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. Os he dicho esto mientras estoy con vosotros. El Intérprete, el Espíritu Santo que enviará el Padre en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que os dije».

Juan 14, 21-26

REFLEXIONA

En este texto podemos ver claramente la presencia de la Santísima Trinidad. Un único Dios manifestado en tres personas divinas. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

Jesús, después de la última cena, dialoga con el Padre y a continuación responde la pregunta de Judas. Sin embargo, Jesús no parece responder directamente. Y continúa invitando a sus amigos, a profundizar en la vida interna de Dios: «Si alguien me ama, cumplirá mi palabra; mi Padre lo amará, vendremos a él y habitaremos en él.”.

Esta no es la gran manifestación pública del poder de Dios en el mundo, como la piensa y pide Judas. Sino una invitación a conocer la intimidad de Dios. Sorprende que esta invitación a compartir la vida y trabajo de Dios sea difícil de entender para Judas y para nosotros.

Al final les anuncia la llegada del Espíritu Santo y las obras que hará sobre ellos.

Terminamos la oración de hoy rezando todos juntos, simbolizando la unidad, con una oración trinitaria, el Gloria.

Gloria al padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

Como eran en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Amén.

Martes 17 de mayo

Oración preparada por Raúl, Aitana, Zafiro, Katy y Violeta

Buenos días. Empezamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

La Palabra de Dios

Jesús dijo: «La paz os dejo, os doy mi paz, y no como la da el mundo. No os turbéis ni os acobardéis. Oísteis que os dije que me voy y volveré a visitaros. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, pues el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, creáis. Ya no hablaré mucho con vosotros, porque está llegando el príncipe del mundo. No tiene poder sobre mí, pero el mundo tiene que saber que yo amo al Padre y hago lo que el Padre me encargó. ¡Arriba! Vámonos de aquí». Juan 14, 27-31

REFLEXIONA

En la lectura de hoy Cristo nos da la paz verdadera, no como la del mundo, sino la paz que renueva.

¿Qué piensas sobre este texto? ¿Qué harías tú en esa situación? ¿Cuántos cristianos han realmente entendido el gran hecho de que la paz es nuestra herencia?”

A los Sagrados Corazones de Jesús y de María, honor y gloria.

Miércoles 18 de mayo

Oración preparada por Alejandra

Buenos días.

Comenzamos haciendo la señal de la cruz: En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

Señor me presento ante ti con el deseo grande de que me enseñes a orar, a sentir tu presencia, escuchar tu voz, a hacer silencio…

El evangelio de hoy nos dice:

“un Sarmiento no puede producir fruto por sí mismo sino permanece unido a la vid; tampoco nosotros podemos producir frutos si no permanecemos en Dios. Él es la vid y nosotros los sarmientos”.

Esto simboliza el amor que Dios nos tiene, que él nos necesita y nosotros a él, porque así tendremos su infinito amor y también podremos compartirlo con los que nos rodean, el amor de Dios es el más sincero y el más necesario.

Ahora escucharemos esta canción para entenderlo todo mejor:

Terminamos la oración, a los Sagrados Corazones de Jesús y de María, honor y gloria.

Jueves 19 de mayo

Oración elaborada por Eduardo

Buenos días para comenzar la oración nos ponemos en presencia del señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Realizamos la lectura del Evangelio de San Juan:

“Como el padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea cumplido”

Reflexión

¿Cómo corresponder a tanto amor? ¿Cómo conservar en el corazón la alegría con la que colmas mi vida?

Quien es amado, sabe corresponder amando sin límites, como un padre que no duda en entregar su vida por el hijo. Es en este caso que el Hijo, amando al Padre, da la vida por muchos otros, para que su relación filial como hijos, sea recuperada y vuelva de nuevo la alegría.

Concluimos la oración de la mañana con un Padrenuestro

Viernes 20 de mayo

Oración preparada por Danna.

Buenos días, como cada día, nos ponemos en presencia del Señor haciendo la señal de la cruz: “en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo”. 

En el día de hoy leeremos la palabra de dios en la que dice “Amaos los unos a los otros este es mi mandamiento”. Como dice la palabra hay que amarse entre nosotros sin rencor ni odio a nadie, como Él nos quiso y nos dio amor incondicional.

Esto dice la palabra de Dios:

«Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.»

Reflexiona sobre estas palabras, de las más bellas del Evangelio, mientras escuchas esta canción:

A los Sagrados Corazones de Jesús y de María, honor y gloria.