Oracion mañana sagrados corazones

Semana 9 – 13 de enero

Lunes 9 de enero

Después  del tiempo de vacaciones, volvemos a encontrarnos al comienzo de la mañana con los compañeros, profesores y por supuesto con Dios nuestro Padre. A Él nos encomendamos para comenzar este nuevo trimestre y lo hacemos como cada día en el nombre del Padre ,del Hijo y del Espíritu Santo

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,14-20):

Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio  de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. 

Convertíos y  creed en el Evangelio». Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el  hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo:  «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las  redes y lo siguieron.

Palabra de Dios

REFLEXIONAMOS

La metáfora de “Pescadores de hombres” tiene un profundo significado que vale la pena analizar. Estos hermanos, dedicados a su profesión, de un momento a otro dejaron todo para seguir a Dios; se despojaron de todas las cosas superficiales y momentáneas de la vida, abandonaron lo que hacían para ir detrás de él. Dejaron de pescar peces, para ir a pescar hombres.

Pero bien, ¿A qué se refiere con exactitud el ser “Pescadores de hombres”? Piensa por un momento qué te sugiere esta expresión. ¿Quiénes son hoy esos pescadores de hombres? ¿Qué actitudes son necesarias para ser pescador de hombres? ¿Tienes tú algunas de ellas?.

Rezamos un Padre Nuestro.

 

Oracion mañana sagrados corazones

Martes 10 de enero

Buenos días. Un día más comenzamos nuestra oración poniéndonos en presencia del Señor: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Así resume Pedro en sus primeras predicaciones la esencia del ministerio público del Mesías: «pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el mal». En verdad, todo el ser y la misión de Jesucristo no fue otra cosa que hacer el bien a los demás. Todo él, desde la primera hora de la mañana hasta el anochecer, fue servir, escuchar, ayudar y consolar a tantas y tantas personas que se encontraban necesitadas. Su vida consistió en dejarse gastar y desgastar –alegremente, sin quejarse, y siempre con una sonrisa- por las necesidades aún más materiales y peregrinas de aquellos que acudían a él.

PIENSA ANTES DE VERLO.

Antes de ver el vídeo, piensa en todas las ocasiones que se ofrecerán hoy como oportunidades para hacer el bien. Pregúntate en qué eres tú diferente al protagonista del vídeo. ¿Está en tu mano pasar por la vida haciendo el bien? ¿A qué esperas?

Miércoles 11 de enero

Buenos días. Un día más comenzamos nuestra oración poniéndonos en presencia del Señor: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu SantoAl inicio del año, la liturgia nos propone esta lectura del libro de los Números: 

“El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre tu rostro y te conceda la paz”.

REZAMOS JUNTOS

En este inicio de año, queremos poner todo el camino que tenemos por delante para vivirlo contigo. Leemos juntos la oración y podemos repetir en alto alguna frase que nos llame hoy la atención:

Jesús, en el camino:

no quiero cansarme, pero me cansaré,

no quiero caerme, pero me caeré,

no quiero tardar en llegar, pero tardaré,

algunos dirán que estoy loca,

porque aun así me echo a andar.

Porque sé que en el camino:

Tú me animarás cuando las fuerzas me fallen,

Tú me levantarás cuando esté en el suelo,

Tú me darás paciencia para no saltarme ningún paso.

Aparecerán muchos rostros,

pero en todos ellos, te encontraré a Ti.




Jueves 12 de enero

Buenos días. Un día más comenzamos nuestra oración poniéndonos en presencia del Señor: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Lectura del  según san Marcos 

En aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio».

La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio».Pero cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes.

Palabra de Dios

REFLEXIONAMOS

Dos enseñanzas podemos aprender de este pasaje del evangelio.

En primer lugar –mirando a Jesús- que no podemos quedar indiferentes ante las situaciones y dolores que sufre el que me sale al paso. 

En segundo lugar que no podemos callar la bondad de Dios. Aunque Jesús le pide silencio, las cosas grandes que percibe aquel que ha sido amado y curado, desde su debilidad, no puede callarse.

Todos juntos rezamos un Ave María.

Viernes 13 de enero

Buenos días, un día más nos ponemos en presencia del Señor para comenzar con la oración de la mañana. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,1-12):

CUANDO a los pocos días entró Jesús en Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Y les proponía la palabra. Y vinieron trayéndole un paralítico llevado entre cuatro y, como no podían presentárselo por el gentío, levantaron la techumbre encima de donde él estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dice al paralítico:

«Hijo, tus pecados te son perdonados». Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros:

«¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo uno, Dios?».

Jesús se dio cuenta enseguida de lo que pensaban y les dijo:

«¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados” o decir: “Levántate, coge la camilla y echa a andar”?

Pues yo te digo:

“Te digo: levántate, coge tu camilla y vete a tu casa”».

Se levantó, cogió inmediatamente la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo:

«Nunca hemos visto una cosa igual».

REFLEXIONAMOS

Los escribas no entendían porque Jesús hacía eso, y pensaban que Jesús estaba blasfemando, es decir, hablando mal de Dios. Pero Jesús insistió y ayudó a que el paralítico se pudiera levantar e irse. Jesús no se asustó al oír que hablaban mal de él, sabía que iba a hacer el bien, y lo hizo hasta el final… más allá de lo que los otros pensaban.

Quizá hoy le puedes pedir al Señor que te ayude a hacer el bien en pequeñas cosas más allá de lo que los otros piensen, vean, digan, lo entiendan… 

Terminamos rezando un Padrenuestro